Toni Roldán: «Las grandes empresas tienen que pagar más»

-¿Cómo se recupera el futuro?

-Las tres grandes prioridades que creo que comparte el libro con el programa son muy claras. La primera es la cuestión laboral, la segunda es la educación y la tercera la reforma institucional. El libro parte de ese dilema del que ya hablaba Luis: elegir entre Venezuela y Dinamarca. Nosotros partimos de la tesis del «big bang» institucional, que estima que para salir de un mal equilibrio hay que cambiar varias variables al mismo tiempo que te permitan llegar al nuevo equilibrio. Si tienes corrupción, los que pagan impuestos no creen que valga la pena pagarlos. Vamos a intentar salir de este mal equilibrio a través de la despolitización de las instituciones, garantizando que los mercados funcionan y que no hay árbitros comprados. Toquemos el elemento clave para la productividad, que es la Educación, y garanticemos la igualdad de oportunidades.

-¿Y cuál es la prioridad?

-Yo creo que las tres son igualmente urgentes. E l mercado laboral quizás sea la más importante. Desde 1980 somos el único país que ha superado por tres veces el 20% de paro. Tenemos tres problemas: paro extremo, paro a largo plazo y precariedad. En este último centramos mucho nuestro programa. Los cerca de siete millones de personas que, a pesar de tener empleo al final de año, no llegan al salario mínimo anual. Cáritas ha dicho que más de la mitad de las personas que atienden en sus comedores tienen trabajo. A eso se le llama pobreza laboral. Y sobre el largo plazo, hay una urgencia bestial de mejorar la formación. Es el único modo de integrar a los tres millones de personas que llevan más de un año sin trabajar. Es una herencia envenenada de la burbuja inmobiliaria, pero creemos que hay formas de mejorar la formación.

-¿Y qué plantean exactamente?

-Si quieres ayudar a los parados es esencial que tengas un perfil de cada uno. El Servicio Público de Emple o debería hacer unos perfiles individualizados. Eso lo hacen todos los países nórdicos. Además ha habido corrupción en el dinero que se daba para los cursos. Para nosotros lo importante es que el trabajador reciba el dinero. Se lo vamos a dar directamente al trabajador para que elija el curso al que quiere ir y que los ofertantes de cursos compitan. De esa manera no tienes a alguien por medio, que es evidente que no ha sido capaz de ofrecer cursos de suficiente calidad, y ahorramos la propensión que pueden tener algunos a robar.

-Su partido apuesta por implantar el contrato único.

-Ataca uno de los grandes problemas, que es la dualidad . Parte de la solución para esos siete millones de precarios pasa por eliminar las restricciones que existen ahora en la regulación y que obligan a que la rotación sea más alta en el mercado laboral. Hay una brecha muy alta entre los costes de despido de unos trabajadores y otros. Los que tienen ahora contratos indefinidos los seguirán teniendo, lo que estamos proponiendo es mejorar la vida de los temporales para que dejen de ser el mecanismo de ajuste permanente en todas las crisis.

-¿Cuánto se tardará en tener la indemnización que ahora es completa?

-Tendremos que ver cómo reacciona el mercado. No hay políticas públicas perfectas. Nosotros trabajamos basándonos en la evidencia, en la experiencia de otros países y en datos. Ahora tenemos un problema enorme de temporalidad. La media de los costes de la protección por despido es de 13,8 días. Estamos seguros de que la media de protección por trabajador va a subir con el contrato único.

-¿Qué papel tendrán sindicatos y patronal?

-La negociación colectiva tiene sentido. Hasta ahora no ha funcionado excesivamente bien. Tienen que ser un poco más capaces de adaptarse a los ciclos de la economía.

-La reforma laboral ya ha potenciado esa flexibilidad a nivel empresa-trabajador...

-Está bien que el que mejor conoce sus obligaciones sea capaz de ajustarse a sus problemas. Eso puede evitar despidos a través de una negociación que establezca, por ejemplo, una reducción de jornada. Pero esto hay que hablarlo con todos.

-¿Qué opina de que se señale a Ciudadanos como el partido del Ibex?

-Tengo claro es que nuestras propuestas contra el capitalismo de amiguetes y para acabar con los viejos oligopolios no son las que haría alguien que se dice cercano al Ibex. Estamos a favor de las empresas, pero no se nos puede acusar de eso. Es insustancial. Si alguien piensa que las grandes empresas están contentas con tener enfrente un inspector de Hacienda como Francisco de la Torre... Creemos que las grandes empresas tienen que pagar más. En España las tasas efectivas son muy bajas. Hay que evitar todos los fraudes por la complejidad del sistema. Y eso les va a costar.

-¿Cómo ayudarán a las pymes?

-Al llegar a cierto nivel de tamaño las pymes deciden no crecer más. Porque hay unos costes regulatorios tan altos, que no les compensa dar ese paso. La clave es simplificar, facilitar la vida a las pymes y que sean capaces de crecer. Nosotros no somos menos productivos al mismo nivel de empresa que Alemania. El problema es que tenemos muchas empresas pequeñas. Hay que dejar que crezcan, que aprovechen las economías de escala, que exporten, y así ganaremos en productividad. La Administración debe servir a las empresas.

-¿Defienden alguna fórmula de copago en Sanidad y Educación?

-Nuestra propuesta va en el sentido opuesto: se trata de blindar constitucionalmente una Sanidad y Educación públicas, universales y de calidad, fijando una cartera de servicios garantizados financieramente por el Estado central. Esta cartera, como es lógico, habrá de definirse mediante un amplio consenso entre los grupos políticos, pero la intención de Ciudadanos es que sea lo más amplia y generosa posible.

-¿Pero las autonomías podrán implantarlo?

-Lo que mantenemos es que las comunidades deben tener autonomía para ofrecer otros servicios adicionales siempre que asuman su financiación, en lugar de traspasarle el coste político al Estado. O sea, corresponsabilidad. Y, desde luego, ni planteamos que servicios hoy gratuitos pasen a ser de pago, ni promovemos los copagos, las subidas de impuestos ni ninguna otra herramienta fiscal en particular».

-Dicen que el Presupuesto del Gobierno no es real..

-Nosotros denunciamos que hay un agujero de 20.000 millones. El problema esencial es que hacen unas proyecciones de ingresos de la Seguridad Social que son irreales. En el primer semestre han crecido un 1%. El año pasado en todo el año se recaudaron 97.000 millones, luego los proyectados para todo este año deberían ser unos 100.000 millones. Ellos dicen que tendrán 117.000. De ahí viene el principal agujero. El PP no es capaz de hacer lo que supuestamente hace bien, que es mantener un poco la coherencia con los números. Además de no haber hecho reformas, sino básicamente recortes.

-¿Es frágil la recuperación?

-A nivel macroeconómico hay un hecho, que es que estamos creciendo. Hay otro, que es que caímos muchísimo. Ahora bien, ¿significa eso que el PP ha hecho lo que tenía que hacer? No, no y no. La gente se preguntaba por qué no se ha sido ambicioso en el mercado laboral o a la hora de introducir elementos de competencia en la economía. La recuperación es frágil. Hay que ser muy precavidos y aprovechar para hacer las reformas ahora.

-¿Cuál es su propuesta sobre el salario mínimo?

-A mí subir el salario mínimo, si se puede hacer porque tienes un mercado laboral sano, estupendo. Dicho esto, hay que decir que no soluciona la pobreza laboral. Pero el complemento salarial sí lo soluciona. Y puede haber gente que contrate por el SMI actual pero no por el que propone Pedro Sánchez. Y dentro de un tiempo pueden dejar de contratar. Con el complemento salarial no tienes ese problema y además todo el mundo tiene incentivos para regularizarse.

-¿Habrá que reformar las pensiones?

-A mí me encantaría poder reducir la edad de jubilación, pero tienes unas restricciones en la economía. Porque si tienes un país con un 100% de deuda pública tú no puedes prometer eso. Todos los países de Europa están yendo a subirla, entre otras cosas porque sube la esperanza de vida. Yo no digo que deba subirse, pero reducirla es absurdo.

-¿La deuda pública es el gran riesgo?

-No hay política más progresista que mantener una deuda razonable . Hay que ser responsables al máximo con los números. Si mantienes una deuda razonable ni te gastas tanto en intereses ni pierdes la confianza de los mercados.