Todo lo que podríamos hacer con los más de 72.000 millones de euros que tiene Amancio Ortega

La abultada fortuna del fundador de Inditex induce a pensar qué se podría comprar con ese volumen de dinero . Un multimillonario de la talla de Ortega cuenta a su alcance con los lujos más inaccesibles para el común de los mortales.

Con nuestros 72.000 millones de euros el edificio más caro del mundo estaría a nuestro alcance. Las torres Abraj AL-Bait , en el corazón de la Meca, conforman el inmueble más costoso del mundo con un valor de 15.000 millones, según «The Guardian» y la «CNN». Inauguradas en 2012, cuentan con un centro comercial de cuatro plantas, un aparcamiento que alberga más de 1.000 vehículos y un complejo hotelero.

Si seguimos tirando de cartera, podríamos comprar el coche homologado para circular con el mayor precio de venta oficial. El Lamborghini Veneno Roadster ocupa el primer puesto con un coste de 4,1 millones de euros.

El cuadro más caro de la Historia también podría lucir en las paredes de nuestro salón si decidieramos dedicar algo de presupuesto al arte. Este año hemos sabido que el «Nafea faa ipoipo (¿Cuándo te casarás?)» de Gauguin fue la obra pictórica comprada por la mayor cuantía jamás desembolsada. Según «The New York Times», su propietario lo traspasó a la Autoridad de Museos de Qatar por 300 millones de dólares. La operación superó en 50 millones a la venta de «Los jugadores de cartas», de Cézanne, también adquirido por la Familia Real qatarí.

El yate también es un clásico inherente a un multimillonario. El más caro del mundo es el Azzam (encargado por el Jalifa bin Zayed Al Nahayan, presidente de los Emiratos Árabes Unidos), una embarcación valorada en 416 millones de euros, que cuenta incluso con una sala de cine. El segundo más caro es el Eclipse (propiedad de Roman Abramovich), cuesta 356 millones de euros y tiene 170 metros de eslora.

Y para rematar nuestra colección de compras recurriremos a las joyas. La de mayor precio del mundo es un diamante rosa de 59 kilates subastada hace dos años en Ginebra por 61,5 millones de euros. El valor superó así los 43,2 millones de euros pagados hace tres años por otro diamante de aproximadamente la mitad de tamaño que el Pink Star».