Las cifras de paro de España son más africanas que europeas

Muchas veces se ha escuchado que el problema del desempleo español es algo endémico. Una especie de defecto congénito sin solución. Ese defecto hace que ahora mismo nuestro desempleo se parezca más al de Nigeria (23%), que al de Suecia (7,2%). España sigue lastrando la media europea (11,2%) que ha vuelto a crecer en el último trimestre al son del crecimiento desenfrenado de la crisis de la deuda. O que en este sentido debamos envidiar a países como Marruecos (9,9%), Mauritania (7,6%) o Egipto (9%), según los datos que publica la OIT.

En general casi ningún país de los estudiados por la OIT rebasa las cifras que marca nuestra economía. Solo Sud África (27,5%) y Grecia (23,7%), se nos acercan.

Los datos son peores entre los jóvenes. Mientras, la OIT declaraba su «preocupación» por los datos que arrojan las estadísticas en el Norte de África, donde tras la primavera árabe, el desempleo juvenil se elevó en 5 puntos, colocándose en el 27,9%, nuestro dato se disparaba hasta el 50%, donde permanece en la actualidad, vetando la posibilidad de acceder al mercado laboral a una generación entera.

Las cifras apuntan a una burbuja de conflictividad socia l que en buena parte puede haberse evitado gracias a la economía sumergida. Magnitud que según FUNCAS (Fundación de Cajas de Ahorros) se habría elevado en los últimos 30 años hasta representar hasta un 21,5% del Producto Interior Bruto (PIB).

El portavoz de Agett, Lorenzo Rivarés cree que el problema del paro en nuestro país se solucionaría «con una mayor colaboración publico privada entre los servicios públicos de empleo y las empresas privadas de colocación (las ETTs)».

La razón es que estas organizaciones «son capaces de prestar una atención específica sobre el desempleado y elaborar un itinerario individualizado de las aptitudes del individuo (que formación requieren y hacia que sector deben dirigirse). Como ejemplo del modelo a imitar Rivarés ha citado «ReinoUnido donde el desempleo es apenas del 8,9%».

En España se ha creado una ley que permite la colaboración entre estas instituciones pero de momento no se ha llevado a cabo ningún convenio concreto de colaboración publico privada.

El desempleo estructural está formado por ese grupo de desempleados que «ya están tan lejos de alcanzar los requisitos que exige el mercado laboral que tienen muy difícil conseguir un trabajo». Es decir, es ese desempleo que no tiene arreglo. O al menos, no en el corto plazo.

En los países nórdicos ese volumen de paro es apenas del 5%. En nuestro país alcanza el 12% hoy en día «y lo que es peor, irá a más», advierte Rivarés. El problema es que «cuanto más tiempo lleva en el paro una persona más reducidas se vuelven sus posibilidades de encontrar un empleo». En otras palabras, cuando una persona ya lleva una serie de años en el paro va a tener muy difícil volver a entrar en la rueda.