Tanzi confiesa en la cárcel que desvalijó Parmalat por amor a su hija y al fútbol

A día de ayer, Parmalat presentaba un «agujero» de 13.000 millones de euros en una empresa cuyos activos suman 7.000, y cuya capitalización en Bolsa era de 1.800 millones en su mejor momento. Es un caso evidente de bancarrota, por lo que Tetrapack suspendió el suministro de contenedores de cartón al grupo.

A los 115.000 inversores italianos, que exigen el reembolso de sus bonos, y a los suministradores de leche, que no cobran en Italia desde agosto, se sumó ayer la autoridad bursátil americana, Securities and Exchange Commision (SEC), con una demanda contra Parmalat en un tribunal federal de Nueva York. Según la SEC, las informaciones falsas proporcionadas por Parmalat a la Bolsa de Nueva York constituyen «una de los mayores y más descarados fraudes corporativos de la historia», por lo que pide una multa de gran envergadura.

A su vez, Grant Thorton ha abierto una investigación interna contra su filial italiana, cuyo presidente figura entre los nueve principales acusados por ser el creador y gestor del entramado de fondos falsos en las Islas Caimán. Pero lo mas humillante es la decisión anunciada ayer por el nuevo presidente e interventor judicial, Enrico Bondi, que constituirá la propia Parmalat en parte civil contra su fundador y expresidente.

Según la primera confesión de Calisto Tanzi, acusado de haberse llevado 500 u 800 millones de euros, «me hacían falta para las empresas de la familia en el sector turístico, que no iban bien y necesitaban dinero. Yo indicaba a Tonna y Del Soldato los objetivos, pero tan sólo después me enteraba de cómo lo habían realizado».

Otras operaciones las conocía, y confirmó enseguida a los fiscales que «lo de la falsa venta de leche en polvo a Cuba (la astronómica cifra de 300.000 toneladas a través de Singapur) es verdadero». Calisto Tanzi no podía abandonar a su hija Francesca ni a su hijo Stefano, presidente del Parma, también en quiebra técnica con deudas de 77 millones de euros frente a unos activos de sólo 50 millones.

En Italia, el amor al «calcio» justifica todo, incluido el desvio de decenas de millones de euros de Parmalat para comprar jugadores, sobre todo si el club lleva el nombre de la ciudad que se ha convertido en sede de la Agencia Europea de la Seguridad Alimentaria. El consejero nuevo catalán de Agricultura, Antonio Suurana dijo ayer que «es un sarcasmo que la UE elija a Parma sede de la Agencia Alimentaria Europea».

Tanzi es un hombre reservado, que evitaba presumir o dar lecciones, pero hace unos meses replicó a las críticas por excesiva emisión de bonos: «Se puede vivir sentado sobre las deudas sin correr riesgo. Lo importante es fijar el nivel que no se debe superar».

Ayer se descubrió que las autoridades italianas lo sabían. El ministerio del Tesoro dijo haber dado, en vano, la alerta al Banco de Italia el pasado 8 de julio, y entregara los documentos que lo prueban a la comisión investigadora creada en el Parlamento.