El superávit de los ayuntamientos se reducirá este año en más de 600 millones

En la foto presupuestaria del Ejecutivo, las autonomías acabarán 2016 con un déficit de 7.803 millones, 10.919 menos que en 2015. El Estado, en cambio, eleva sus números rojos a 28.996 millones, 611 más. La Seguridad Social por su parte tendrá un agujero de 18.812 millones , 5.662 mayor que hace un año. Entre el Estado y las pensiones elevaran su déficit en 6.273 millones en 2016 frente a 2015.

De esta forma, el Gobierno ya descuenta que las comunidades tendrán un déficit del 0,7% del PIB y las corporaciones locales un superávit del 0,4% . En el programa presupuestario de 2017 que remitió a Bruselas el pasado sábado, el Ejecutivo solo detallaba que las administraciones territoriales tendrían un déficit conjunto del 0,3%. Al tomar el PIB estimado por el Gobierno para 2016, unos 1.114.716 millones, el Estado tendrá un déficit del 2,60% y la Seguridad Social del 1,69%.

En cuanto a la deuda pública, en las previsiones trazadas por el Gobierno logrará cumplir el objetivo del 99,8%. El Ejecutivo estima que el pasivo de las administraciones ascenderá al 99,6% o 1,110 billones de euros. En agosto marcó 1,102 billones, por lo que aún tiene 8.000 millones de margen .

La carga en intereses de la deuda cerrará el año en los 30.886 millones según el Gobierno, 2.341 menos que en 2015 y el menor desde 2011. El Ejecutivo debe informar en abril y septiembre de cada año de cuál ha sido su déficit y deuda y sus estimaciones para el ejercicio. Al comparar con la carta de abril, las nuevas previsiones son peores . Entonces contaba con bajar el déficit al 3,6%, frente al 4,6% actual.

Las regiones serán las únicas administraciones que mejorarán su déficit, gracias en parte a que este año han recibido casi 8.000 millones de la liquidación del sistema de financiación de 2014. El Estado , la Seguridad Social y los ayuntamientos empeorarán sus números frente a 2015.

La Autoridad Fiscal había alertado de este menor superávit local. El organismo dirigido por José Luis Escrivá había instado a Hacienda a aplicar con mayor rigor la regla de gasto , el tope que limita el desembolso público a una tasa referenciada al crecimiento, ya que de lo contrario las corporaciones locales empeorarían sus cuentas públicas. El presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) y alcalde de Vigo, Abel Caballero, había pedido al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, lo contrario, relajar la regla de gasto y poder gastar su superávit con mayor libertad.