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«Subir costes laborales e impuestos no favorece la inversión en España»

La primera ejecutiva de la filial de la aseguradora francesa en España, Olga Sánchez, cumple un año en su nuevo puesto y resume la estrategia de la compañía

La consejera delegada de AXA, durante la entrevista a ABC ERNESTO AGUDO

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Olga Sánchez (Madrid, 1969) ha ido subiendo peldaño a peldaño todo el escalafón de AXA España durante sus 27 años de carrera profesional en la aseguradora. Hace ahora casi un año esta actuaria fue nombrada consejera delegada de la compañía.

—Su nombramiento es un reconocimiento de la matriz de AXA en Francia a esa carrera profesional de fondo. ¿Pero también a AXA España?

—Por supuesto. AXA España ha demostrado que es una entidad que entrega, que cumple con lo que dice y que lo que decimos es muy ambicioso. Nos hemos ganado a pulso el respeto del grupo, y gracias a ese trabajo el grupo ha visto que era el momento para que tomara las riendas una persona de España. Es un reconocimiento a la excelente labor llevada a cabo por la entidad.

—Su antecesor, Jean-Paul Rignault, saneó las carteras no rentables de la compañía, diversificó los ramos en que opera y sentó las bases para un crecimiento rentable. ¿Cuál es el objetivo de su mandato?

—La estrategia no cambia en su fondo: estabilidad, competitividad y servicio. Las dos primeras fueron las que más trabajamos en el plan 2015-2020, y en la de servicio es en la que nos vamos a enfocar más en 2020-2023. No es que tengamos mal servicio, es bueno, pero podemos hacer mucho más. Al cliente no hay que acompañarle solo durante el siniestro, sino también en la prevención y con servicios complementarios.

—¿Aspira a que AXA suba en el ranking de aseguradoras por ingresos?

—Será una consecuencia lógica, pero no nos obsesiona. Buscamos diferenciarnos en el mercado.

—¿Están abiertos a compras?

—Siempre, pero selectivas, no compramos para subir en el ranking. Pero hay un desajuste entre lo que nos gustaría comprar y lo que el mercado ofrece.

—Siempre han rechazado alianzas exclusivas bancaseguros. ¿Se puede crecer en España sin esos acuerdos?

—Siempre hemos tenido acuerdos de distribución con bancos, pero no de exclusividad. De esto siempre hemos huido y vamos a huir. Lo hemos analizado, pero nunca los hemos hecho porque las condiciones dificultan crecer como aseguradora de forma sostenible. Pero acuerdos de distribución con bancos los hemos tenido, los tenemos y los seguiremos teniendo.

—El Gobierno quiere quitar las desgravaciones fiscales a los planes de pensiones individuales para incentivar los de empleo. ¿Qué le parece?

—Abordar la necesidad de reformas en el sistema de pensiones para garantizar su sostenibilidad siempre es una buena noticia. En cuanto al fomento de los planes individuales y de empresas, no creo que sea una cuestión excluyente. En 2013 el Parlamento Europeo dictó una resolución en la que se decía que la única forma de contar con unas pensiones adecuadas, seguras y sostenibles es complementar la pública universal con una profesional resultado de un convenio colectivo y una individual basada en planes de ahorro privados. Las tres son fundamentales y ninguna debería incentivarse en detrimento de la otra. Además, el tercer pilar es en el que se ha acumulado el mayor porcentaje de patrimonio. Apostar exclusivamente por el segundo es un riesgo para los más de 8 millones de personas que ya tienen un plan de pensiones individual y que tienen una expectativa generada a la que no deberíamos defraudar.

—¿Son sostenibles las ultimas subidas de las pensiones?

—Los pensionistas deben tener la retribución adecuada. Soy una firme defensora de eso, pero no se pueden tomar medidas que eleven el déficit sin saber cómo se cubre. Quienes dirigen un país no pueden adoptar medidas populistas; y si se toman, hay que saber sus impactos y cómo cubrirlos, porque sino es una visión cortoplacista llevas a tu país a una situación de quiebra.

—Alza de bases de cotización y del SMI, registro de jornada, ¿están subiendo los costes laborales?

–Sí, y nos obliga a identificar cómo los podemos compensar. No podemos decir a los accionistas que por eso no podemos dar dividendo. Esto nos pone a las empresas en una situación muy, muy incómoda. El control de jornada no es una cuestión de más costes, sino un paso atrás en la cultura de flexibilidad en la que habíamos estado trabajando y ahora nos obliga a adecuar las dos realidades, y es incómodo. La subida de las bases, cuando llegue, es un gasto extra no presupuestado que veremos cómo compensamos. Esto y los anuncios sobre la presión fiscal son medidas que quizá lleve a accionistas extranjeros a pensarse si seguir invirtiendo en España. No son aspectos que favorezcan la inversión en España.

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