Los sindicatos amenazan a Sánchez con endurecer el diálogo social si no sube el salario mínimo este año

De lo contrario, amenazó Álvarez, las organizaciones sindicales «se replantearán endurecer el diálogo social» «El Gobierno no puede pretender que nos sentemos a negociar solo cuando él quiere . Se tiene que sentar para ver qué pesamos en relación con el SMI. Tenemos que llegar a una acuerdo para llegar a esa senda del 60% del salario medio, que serían unos 1.100 euros, y solo si se da esa situación será posible dar normalidad a la concertación social», advirtió Álvarez.

El dirigente de UGT negó que la subida del SMI vaya a destruir empleo e insistió en que ese dinero iría directamente al consumo. «Los trabajadores no se lo van a llevar a grandes cuentas ni a paraísos fiscales. Lo que hace es poner en marcha la rueda del consumo» subrayó Álvarez, quién indicó que el hecho de hacer la concentración ante el Banco de España no es casual, pues se trata de que esta institución entienda también que debe ser «más prudente» y no publicar «estudios de parte» cuando «más conviene» a los argumentos de la vicepresidenta primera, Nadia Calviño.

Al respecto el dirigente de UGT, señaló que parece existir un monólogo sobre el SMI en la propia Calviño , «que habla y se contesta a sí misma». «Hace unos meses dijo que en junio se vería lo del SMI en función de la situación económica. Ahora la economía va como un tiro. En el segundo trimestre con toda seguridad creceremos por encima del 15%. Y ahora dice que en julio», lamentó.

Por su parte, Bravo (CC.OO.) recordó que «todas las previsiones» apuntan a que España entra en fase de crecimiento y «es imprescindible que eso se corresponda» en las condiciones de trabajo y los salarios. A su vez, defendió la subida en 2021 para beneficiar a «más de un millón y medio de trabajadores» y consideró que «no es momento de regatear» en condiciones de trabajo y salarios.

El representante de CC.OO. quiso señalar la capacidad de los sindicatos para llegar a acuerdos como en las pensiones y la intención de que así siga siendo, «pero tenemos que se correspondidos con lealtad en la mesa» y «nadie tiene capacidad de veto».

Bravo destacó que es «el momento de emplazar al presidente del Gobierno para que, acabando con cualquier discrepancia interna, se cumplan compromisos contraídos».