El Covid arrasa con los comercios a pie de calle: «Veremos pueblos como desiertos»
El nuevo año no ha resultado ser el bálsamo milagroso que muchos negocios esperaban por la llegada de las vacunas, con un calendario que va mucho más lento de lo esperado en principio
Comercio cerrado en Zaragoza
Sergio Bretos, dueño de la tienda Modas Breylo en Zaragoza, arrastra aún las consecuencias de un 2020 para olvidar. El nuevo año tampoco ha empezado bien tras una campaña de Navidad y de rebajas que han resultado ser un desastre para el sector textil, especialmente, ... para las tiendas situadas a pie de calle. La historia de Bretos es una más entre las de miles de dueños de negocios con sede en España que se afanan por sobrevivir y, sobre todo, por cubrir gastos. Una gran parte de las empresas españolas, especialmente pymes y autónomos, encaran un 2021 que debía ser el año de la recuperación con más restricciones y un calendario de vacunación que no avanza tan rápido como se había proyectado. Sectores típicamente españoles como los jugueteros, los productos de carne, de jamón serrano, las bodegas o los fabricantes de dulces dejan atrás una Navidad definida en algunos casos como «nefasta» y ponen todas sus esperanzas en los próximos meses y en el fin de la pandemia de coronavirus.
La gran víctima colateral de la batalla contra el virus es el pequeño comercio, sobre todo, aquellos negocios que aún no venden por internet y que encaran el gran reto de la digitalización. «El año pasado fue desastroso con los comercios totalmente cerrados durante dos meses y medio, y después, con cierres parciales y dificultades de movilidad», explica Pedro Campo, presidente de la Confederación Española de Comercio (CEC). La facturación en el sector del comercio minorista se desplomó una media del 50-60% y más de un 15% de tiendas se cerraron hasta octubre del año pasado, según cálculos de la CEC. «Cuando un comercio se cierra, de dos a cuatro trabajadores se van al paro», advierte Campo, visiblemente preocupado por la crisis económica que ya afecta a gran parte del tejido comercial español.
El cambio de año no ha resultado ser el bálsamo milagroso que muchos empresarios esperaban por la llegada de las vacunas, con un calendario que va mucho más lento de lo esperado en principio. «Encaramos 2021 con muchísimas incertidumbres. No veremos una reactivación hasta que el tema sanitario esté solucionado. El consumo seguirá bajando por el miedo y la incertidumbre sobre la pérdida del puesto de trabajo y si no hay consumo, vamos a tener un problema muy serio », asevera Campo. El presidente de la CEC también critica que el Gobierno negocie las ayudas en despachos sin contar con la opinión de los que están a pie de calle y sin conocer la realidad del día a día. «Todo lo que se invierta es poco, lonja que se cierre, lonja que no volverá a abrir. Veremos barrios y pueblos como desiertos, sin comercios: las calles se van a convertir en guetos», augura. «Tenemos muchísimos problemas de subsistencia, la situación es preocupante por el drama que viven muchos comercios. Los políticos no son conscientes de la situación que tenemos, el sector textil, por ejemplo está un 50% por debajo de una facturación normal», apostilla.
Cierre de jugueterías de toda la vida
Dentro del sector del juguete, típicamente español, los más afectados también han sido las tiendas situadas a pie de calle y que no venden por internet, que ya acapara un 40% de la cuota de mercado tras repuntar las ventas por esta vía casi un 70% a cierre del ejercicio pasado. «Nos preocupa mucho el comercio, hemos visto el cierre de muchas tiendas, la reestructuración de Imaginarium, el cierre de comercios tradicionales . Empezamos el año con el reto urgente de la digitalización en medio de una crisis económica que va a lastrar el consumo», cuenta José Antonio Pastor, presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (AEFJ).
A pesar del crecimiento del consumo en otros países, donde el juego ha sido un aliado durante el confinamiento, en España la facturación cayó hasta un 6%. « Las exportaciones subieron un 1% gracia s a que el mercado mundial del consumo de juguetes ha crecido un 16%», puntualiza Pastor. Por ello, los jugueteros fían el año a las ventas a otros países ya que prevén que el consumo siga bajo en España, con un escenario económico a medio plazo que no llama a la esperanza. «Pasa en todas las crisis. España, en términos económicos, siempre tarda más en recuperarse, aunque después lo hace más rápido. Esto se ve en todas las industrias, pero especialmente en la del juguete», puntualiza.
La Navidad tampoco fue lo que se esperaba . «Sin cabalgatas de Reyes, con centros comerciales cerrados y la mala situación sanitaria durante diciembre en términos comerciales no fue buena y eso pasó factura. También hubo menos visitas de familiares con el consiguiente bajón de los regalos y un 25% decidió gastar menos en juguetes frente a otros países como Alemania, donde el consumo repuntó un 9%, o Reino Unido, donde subió un 5%», concreta Pastor.
Sin recuperación hasta otoño
El consumo de dulces, especialmente de turrón y mazapanes, sí subió en Navidad gracias a que se destinó más dinero a la partida de alimentación y bebidas que a otras, como viajes o fiestas. Los españoles también compraron más marcas de fabricantes y premiaron más la innovación y el valor añadido , según datos de la Asociación Española Produlce. Respecto a 2021, Rubén Moreno, secretario general de Produlce, relata que todo dependerá de cómo se vaya recuperando la normalidad, de las vacunas y de las restricciones de Semana Santa. «Aún así, esperamos entrar en la senda de recuperación después del verano, no antes», admite Moreno.
Durante el año en que estalló la pandemia subieron algunas categorías como el cacao, los chocolates o las galletas, sobre todo durante el confinamiento. Por contra, descendió el consumo de caramelos y chicles, ya que estos se venden sobre todo en los comercios de menor tamaño y en las tiendas de conveniencia de toda la vida. «La facturación en el conocido como canal impulso se desplomó un 40%», afirma Moreno, quien confirma que en el caso del dulce el pequeño comercio fue también el más golpeado por las restricciones de la pandemia.
Por ejemplo, en la marca Uniconf, especializada en productos de confitería, explican que en 2020 subieron las ventas de chocolates y de golosinas para adultos; pero también registraron bajadas en el canal impulso. «Hemos perdido clientes por el cierre de tiendas de conveniencia y de formatos pequeños», explica Esther Rodenes, directora de Marketing de Uniconf. Sin embargo, Rodenes se muestra optimista respecto al futuro. «Está empezando a resurgir otra vez este canal, los distribuidores vuelven a llamarnos para volver a vender nuestros productos, nos piden promociones agresivas para dar movimiento al sector porque se ha quedado rezagado con la pandemia.
Menor producción de ibérico
En lo que respecta a productos tan presentes en nuestras mesas como el jamón ibérico, el responsable de ganadería de Asaja - Sevilla José Manuel Roca, califica de «desastrosa» la campaña de Navidad para los productores que han vendido por debajo de coste (a un precio medio de 22 euros la arroba frente a la media de 36 euros de 2019). El motivo no es otro que el cierre del Canal Horeca, del que son muy dependientes: «Estamos a expensas de las vacunas» , reconoce Roca. Lo que no ha compensado el fuerte aumento de la venta online. Solo las carnes magras ibéricas han conservado una fuerte demanda y, en cualquier caso, de cara a 2021 «habrá muchos menos animales y menor cantidad de producto».
Los precios del aceite se estabilizan
Por su parte, los productores de aceite de oliva, afrontan este año con más optimismo : la cosecha será más baja, de 1.400.000 toneladas, y esto ya esta estabilizando los precios. Las diferentes categorías se mueven en una horquilla de 3 a 2,40 euros/kg frente al rango de 1,70 y 2,5 euros/kg del año pasado , según el presidente de la sectorial del aceite de oliva de Cooperativas Agroalimentarias Rafael Sánchez. Tampoco crece la producción de competidores como Grecia e Italia, por lo que España lidera con más holgura. Por su parte, Bruselas y Washington han cerrado un acuerdo para suspender los aranceles del 25% a productos como el aceite de oliva durante 4 meses. «Tras la próxima revisión, los aranceles se quedarán en 0» , apunta Sánchez. Otro factor importante es «el binomio aceite - salud», que impulsa el buen comportamiento de este producto en el mercado español.
El éxito de la venta por pedido
El pescado es otro invitado habitual en nuestras mesas. Desde Fedepesca (Federación Nacional de Asociaciones Provinciales de Empresarios Detallistas de Pescados y Productos Congelados), su directora gerente María Luisa Pérez, estima una caída total de un 5% en las ventas en 2020 pero añade que «la alimentación ha conseguido mantenerse» . En concreto, la caída del 20% en las venta al canal Horeca (hostelería) durante el año pasado se vio parcialmente compensada por el fuerte empuje del consumo de los hogares, que subió hasta un 15%, según Kántar. Optimista respecto al futuro, Pérez cree que la venta por pedido ha venido para quedarse.
En cualquier caso, dentro del sector de los detallistas de pescado conviven dos realidades: el de las empresas de distribución para la hostelería, que en su gran mayoría se encuentran inmersas en algún tipo de ERTE y el de los comercios de venta final, las pescaderías, que en este tiempo mantienen el empleo aunque «el problema se produce cuando se contagian del Covid o lo hace algún familiar y amigo, lo que les obliga a cerrar su negocio durante 15 días y esto impacta», constata María Luisa Pérez. En este sentido, reivindica su carácter de actividad esencial y pide que se les priorice en la vacunación.
Vino: la recuperación pende del turismo
El sector del vino mira con prudencia el futuro:Mientras el ministro Planas anuncia que pedirá a Bruselas fondos extras para ayudar al sector, la Federación Española del Vino (FEV) estima que el año pasado se cerró con un 20% menos de volumen de venta en España (unos 3 millones de hectólitros). Su director general, José Luis Benítez, destaca que «las exportaciones están aguantando» , a pesar de que en valor cayeron un 3,6%en valor (2616,1 millones)y un 6% en volumen, según datos del Observatorio Español del Mercado del Vino. «La situación es delicada, como lo fue el año pasado», advierte el representante de FEV. En su opinión la recuperación del sector está «ligada al turismo , pero ya no es solo la movilidad interna sino que hay 4 millones de parados en España», apunta Benítez en referencia a la crisis económica.
En cualquier caso, 2021 ya ha dado al vino la primera buena noticia en muchos meses:la tregua comercial entre Washington y Bruselas, que interrumpe unos aranceles que han afectado a las ventas del 90% de las bodegas.
El Cava aguanta el tipo
Desde la Denominación de Origen Cava (D.O. Cava) hacen un balance positivo del complejo 2020, que el presidente de esta D.O, Javier Pagés, no duda en definir de «muy desafiante, difícil y atípico por el duro impacto de la pandemia» . En su opinión, los resultados cosechados el año pasado - 215 millones de botellas producidas y etiquetadas, un 13,62% menos que en 2019- «han superado las expectativas iniciales». Las exportaciones representaron el 71% de las ventas totales mientras que las ventas en el exterior cayeron solo un 7,92% alcanzando un volumen de 152 millones de botellas. De nuevo Alemania fue el principal mercado fuera de España seguido por Reino Unido con un fuerte crecimiento del 6,55% seguida por Bélgica, Estados Unidos y Japón. Este año los productores de cava tienen el reto de implementar la primera fase de su «Plan Estratégico de segmentación y zonificación del Cava» que viene a reforzar los medios de control de la Denominación de Origen y la trazabilidad de sus caldos.
Comunicación: un mundo incierto
Otra actividad que va de la mano del consumo es la publicidad, aunque se resintió durante los meses de confinamiento, luego se recuperó contra todo pronóstico y para sorpresa incluso de los que trabajan en este mundillo. «El sector de la publicidad se ha resentido, pero creo que ha sido mucho mejor de lo que nos esperábamos. Los pronósticos en abril del año pasado eran más catastróficos que como realmente terminó siendo el año», afirma Pancho Cassis, socio y director deneral dreativo de David.
La explicación de que al sector le vaya bien a pesar de la incertidumbre económica podría estar en que «los anunciantes entienden que hay que recuperar el tiempo perdido y para eso necesitan comunicar», según interpreta Cassis. «La confianza ha pasado a ser la razón número uno para hacer cualquier elección. En un mundo tan incierto, la gente quiere seguridad y es ahí donde la comunicación es más importante que nunca», añade.