El sector turístico constata una fuga de viajeros hacia países «más abiertos»

Son las previsiones que maneja la Alianza para la Excelencia Turística (Exceltur). En un informe publicado ayer, el «lobby» empresarial, que en lo peor de la crisis estimaba unas pérdidas de 90.000 millones , explica que entre el 15 de marzo y el 30 de junio la actividad turística se reducirá respecto a 2019 en 43.460 millones de euros, con 1,1 millones de trabajadores afectados por un ERTE y 300.000 sin empleo.

Una atonía que no se recuperará en el segundo semestre del año , ya que Exceltur vaticina unas pérdidas de 28.000 millones para el tercer trimestre y de 12.000 millones para el cuarto. Respecto al empleo, en diciembre habrá 750.000 trabajadores menos . De media, en el conjunto del año el empleo se reducirá en un millón de personas, según aclararon ayer desde la asociación. Baleares será la región más perjudicada por este «annus horribilis» y perderá hasta un 67,4% de actividad.

Además del impacto económico, el turismo tendrá que lidiar con una crisis reputacional . El Ejecutivo decidió a mediados de mayo imponer una cuarentena de 14 días a los viajeros extranjeros que llegasen al país. Además, no especificó cuándo terminaría. Desde el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo dejaron caer en un primer momento que la medida estaba ligada al estado de alarma , pero finalmente el Gobierno decidió extenderla hasta el próximo 1 de julio.

Precisamente esta fecha ha sido la elegida en última instancia por Moncloa para reactivar los viajes internacionales. En un primer momento desde el Ejecutivo deslizaron que no habría turismo en verano, luego se habló de octubre y finalmente se determinó que fuera el séptimo mes del año cuando se permitirían la llegada de viajeros internacionales.

Estos vaivenes han despertado los recelos de Europa. Distintos ministros de Francia y Portugal han destacado la incertidumbre que arrojaba España . Y Alemania, un importante caladero de turistas, directamente ha decidido no recomendar los viajes a nuestro país hasta que se levanten las restricciones. Un contexto de incertidumbre que, según el «lobby» turístico Exceltur, ha terminado por desatar una fuga de los viajeros europeos que veranean tradicionalmente en España hacia otros destinos alternativos como Grecia, Portugal o Italia. Estos últimos son países que han decidido abrir antes sus fronteras y, sobre todo, no han modificado sus planes ni un ápice. «Se acusan las múltiples incertidumbres, restricciones y mensajes equívocos, que las últimas semanas ha condicionado las decisiones de una demanda extranjera, d erivándose hacia otros países más abiertos », explicó ayer la organización en su informe.

«Los mensajes del Gobierno no han favorecido la capacidad de organizar las vacaciones de los turistas europeos. Son viajes que requieren tiempo de organización, donde la operativa logística y del transporte es crucial. Los continuos cambios de criterio del Ejecutivo están suponiendo un hándicap para estos trayectos, y además están afectando la imagen de la Marca España», añade en declaraciones a ABC el director de estudios de Exceltur, Óscar Perelli.

En la organización empresarial consideran que el Gobierno debería haber fijado una fecha en un primer momento y no modificarla. Aunque esta fuese más allá de julio. «Habríamos tomado medidas para adaptarnos , pero con tanto cambio la recuperación está siendo más compleja», apostilla Perelli. Pero no solo desde la organización empresarial han lamentado los vaivenes del Ejecutivo. Aerolíneas y agencias de viajes también han puesto de manifiesto la falta de entendimiento y a la hora de esclarecer la desescalada del sector.

Una vez recuperada cierta normalidad sanitaria, incentivar la demanda es el gran desafío del turismo. La patronal internacional de las aerolíneas, la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés), ha asegurado que la demanda se está activando parcialmente después de desplomarse un 94% en abril. Pese a ello, asegura que no volverá a los niveles precrisis hasta 2023.

Desde Exceltur muestran más cautela y aseguran que la evolución de la demanda dependerá de «múltiples factores» , como que se produzca un rebrote del virus en otoño o que se encuentre una vacuna. Aún así, en su último informe ya avisan de que a finales de año se situará un 43,9% por debajo de los niveles mostrados a finales de 2019. Para el conjunto del año vaticinan un desplome del 61,8%.

En este contexto, el turismo reclama al Gobierno que dé de una vez por todas un paso adelante y apoye al sector con medidas específicas. «La situación exige abordar un urgente y muy potente plan de medidas transversales de apoyo y eventual rescate del sector por el Gobierno, a lo largo de los próximos meses, con fondos propios y de Bruselas, para asegurar la mayor supervivencia del tejido turístico empresarial y del mejor empleo a fines de año», avisó ayer Exceltur.

La organización lamentó que el turismo «no ha estado en términos fácticos en la agenda política, hasta que los medios de comunicación se han hecho eco de la trágica situación que atraviesa el sector» . Por ello, el «lobby» defendió ayer la aprobación de distintas iniciativas de apoyo al sector, como suprimir los pagos fraccionados y los adelantos mínimos del Impuesto de Sociedades relativos a 2020, extender los ERTE por fuerza mayor hasta al menos finales de año o impulsar una línea de crédito de 20.000 millones específica para el sector y avalada en un 90% por el ICO. La primera reivindicación del colectivo, sin embargo, pasa por abrir las fronteras con el resto de Europa el 1 de julio «sin cortapisas» y establecer corredores sanitarios con otros destinos transatlánticos.