Santander y Popular aprobaron casi 1.000 daciones en pago hasta junio

La entidad presidida por Ana Botín es, con mucha diferencia, la más activa en este terreno: aceptó 763 casos de los 1.372 recibidos, lo que supone el 55,6% del total de solicitudes de adhesión a algunas de las disposiciones inluidas en el Código de Buenas Prácticas de la banca. Por su parte, el banco que preside Ángel Ron resolvió 174 operaciones de dación en pago, lo que supone un 11% del total de 1.068 realizadas.

Así figura en el informe sobre el cumplimiento del citado Código, correspondiente al primer semestre de este año, y que se elabora periódicamente para reforzar la protección a los deudores hipotecarios. Se trata del primer análisis realizado tras la entrada en vigor del Real Decreto aprobado a principios de año para poner en marcha la ley de segunda oportunidad y otras iniciativas que buscaban ampliar los posibles beneficiarios del Código de Buenas Prácticas e impulsar su efectividad.

El informe desvela que la dación en pago no es la fórmula más aceptada por las grandes entidades. A excepción del Santander, la apuesta de los bancos por esta vía es minoritaria. BBVA, por ejemplo, sólo apostó por esta vía en nueve casos de los 504 que gestionó. Y Caixabank en uno, de 1.453. Bankia, por su parte, acordó la dación en 15 operaciones, de un total de 608.

En las entidades de menor tamaño , especialmente en las antiguas cajas, esta opción supone una mayor proporción del total de los expedientes gestionados. Por ejemplo, Banco mare Nostrum (BMN) resolvió favorablemente 31 solicitudes de un total de 156, lo que supone más de un 31%. En Ibercaja se aceptaron 23 casos de los 149 totales, el 15%. Y en Cajamar, 37 de 166, el 22%.

En términos globales, el número de daciones en pago de la vivienda por la deuda hipotecaria se redujo un 20% en el primer semestre respecto al segundo de 2014, hasta las 1.171. La vía más exitosa ha demostrado ser la reestructuración de la deuda, con un total de 5.970 casos contabilizados hasta junio.

Santander es la única entidad en la que los acuerdos para sobre la reestructuración de la deuda son menores que los de dación en pago. En esta entidad se aprobaron 609 solicitudes del total de 1.372. El banco que apostó por esta vía con más fuerza fue Caixabank, que llegó a un acuerdo en todos sus operaciones (1.452 casos) a excepción de una, que fue resuelta con dación en pago. También destaca BBVA, con 495 expedientes de reestructuración de la deuda aprobados del total de 505.

En el Popular esta vía supone también una buena parte de sus operaciones, con 894 casos de los 1.068 totales. Y en Bankia, con 593 de 608. Unicaja (con 242 de un total de 245) y Liberbank (con 7 de un total de 8) también son ejemplos de entidades que han optado por renegociar con sus clientes que se han visto con problemas para hacer frente al pago de sus deudas.

El código se firmó en marzo de 2012 con la práctica totalidad de las entidades con actividad hipotecaria en España (95 en la actualidad). En sus tres años y medio de vigencia, un total de 50.852 familias en riesgo de exclusión social han solicitado acogerse a él con el fin de aliviar su deuda hipotecaria.

Entre enero y junio de 2015, las entidades financieras firmantes del Código de Buenas Prácticas Bancarias recibieron 13.436 solicitudes de familias en riesgo de exclusión social para aliviar su deuda hipotecaria, un 17,78% más que durante la segunda mitad de 2014. De ellas, se han resuelto 7.141, un 7,73% más. El informe semestral ha sido remitido al Parlamento por la Comisión de Seguimiento.

Menos de la mitad de las peticiones, 23.640 han sido atendidas: se han concedido 18.620 reestructuraciones de deuda hipotecaria, 5.014 daciones en pago y 6 quitas. El conjunto de medidas puestas en marcha por el Gobierno en este ámbito ha favorecido a 45.000 familias.

El Ejecutivo impulsó este código de adhesión voluntaria pero de cumplimiento obligatorio durante dos años para las entidades firmantes. El objetivo fue dar solución a las familias con dificultades para hacer frente al pago de sus deudas hipotecarias, bien por encontrarse en situación de desempleo o ausencia de ingresos.

Se establecieron tres opciones - renegociación de plazos y cuotas con las entidades o reestructuración de la deuda, quitas y dación en pago -, con periodos de carencia, amortización hasta 40 años, reducción del tipo de interés aplicable a Euríbor+0,25 puntos e incluso la posibilidad de permanecer en la vivienda mediante el pago de un alquiler reducido.

Entre las condiciones, se estableció que fuera primera y única vivienda y que todos los miembros de la familia carecieran de rentas derivadas del trabajo o actividades económicas. Además, la cuota hipotecaria debía ser superior al 50% de los ingresos netos de la unidad familiar y tenían que carecer de bienes patrimoniales para hacer frente a la deuda.