El Santander registra unas pérdidas de 10.798 millones tras realizar un ajuste contable por el coronavirus

Dentro de este cargo de 12.600 millones, 10.100 corresponden a la actualización del fondo de comercio, lo que supone el 45% del fondo. La valoración de la filial en Reino Unido sufre un ajuste de 6.101 millones; la de Estados Unidos , 2.330 millones; la de Polonia, 1.192 millones y Santander Consumer Finance, 477 millones. Respecto a los DTAs, que miden la capacidad para recuperar activos fiscales diferidos, el ajuste contable es de 2.500 millones de euros.

«Este ajuste no cambia la importancia estratégica de los mercados ni de los negocios del grupo. El banco seguirá invirtiendo y acelerando sus planes de transformación, y mantiene total confianza en el potencial de generación de valor a largo plazo de sus regiones y mercados», ha asegurado la entidad en un comunicado.

Dejando a un lado estos ajustes, el banco registró un beneficio ordinario de 1.908 millones de euros entre enero y junio, lo que supone un 48% menos que en el mismo periodo de 2019. Las ganancias se han reducido un 54% en Europa (hasta los 1.075 millones), un 29% en Norteamérica (617 millones) y un 13% en Iberoamérica (1.383 millones).

La entidad ha achacado el resultado a las provisiones relacionadas con la crisis sanitaria del coronavirus, destacando que mantiene un «buen resultado ordinario», gracias a los ingresos de los clientes, una reducción de costes por encima de lo esperado, una sólida calidad crediticia y la generación orgánica de capital.

Este control de los costes permitió un ahorro de 300 millones en Europa en el primer semestre, lo que supone el 75% del total previsto para todo el año. Junto al margen de intereses (16.202 millones) y los ingresos de clientes (21.338 millones) el ajuste permitió a la entidad incrementar un 2% el margen neto, hasta los 11.865 millones de euros.

El Santander ha destacado asimismo que durante la pandemia ha concedido a sus clientes nuevos préstamos por valor de 1.600 millones de euros diarios de media y dando moratorias a más de cinco millones de clientes. El 90% de las oficinas del banco se han mantenido abiertas y casi todos los cajeros de la entidad (40.000) están operativos.

Durante los últimos doce meses, la tasa de mora de la entidad se ha reducido en 25 puntos básicos, hasta el 3,26%, mientras que la ratio de cobertura, que mide la capacidad de absorber posibles pérdidas derivadas de la morosidad, ha aumentado hasta el 72%.

«El impacto de la pandemia nos ha puesto a todos a prueba y estoy muy orgullosa de la respuesta que ha dado el banco», ha subrayado la presidenta del banco, Ana Botín, en un comunicado. La directiva también ha destacado que la fortaleza del modelo de la entidad le permite obtener « un buen resultado, con aumento en el capital , reducción de costes más rápido de lo previsto y buena calidad crediticia». Asimismo, ha añadido que las bases del negocio del banco son «sólidas, con un nivel de capital en la parte alta de su objetivo».

El banco, de hecho, tiene previsto mantener el dividendo correspondiente a 2020, otorgándolo «tan pronto como las condiciones de mercado se normalicen, sujeto a la recomendación y las aprobaciones regulatorias». Este pago se uniría al dividendo correspondiente a 2019, que será otorgado en forma de nuevas acciones valoradas en 0,10 euros por cada acción.