«Sandbox», la cal y la arena del banco de pruebas de la tecnología financiera
El espacio de ensayos para «startups» quiere revolucionar el sector, pero llega con mucho retraso y hay dudas sobre si contará con recursos suficientes
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Iniciar sesiónEl proyecto de ley para la transformación digital del sistema financiero, que incluye la creación de un «sandbox» regulatorio , está más cerca de hacerse realidad. Bajo este concepto, que literalmente significa caja de arena, se alude a un espacio de pruebas que facilita ... que las compañías puedan testar modelos de negocio innovadores, bajo la vigilancia de los supervisores, antes de saltar al mercado . Su lanzamiento se había frenado por la repetición de las elecciones generales y, posteriormente, por la irrupción del coronavirus, aunque ahora encara su recta final. El pasado 17 de septiembre el Congreso aprobó por unanimidad la creación de este banco de ensayos que, tras pasar por el Senado para su debate y votación, se publicará en el Boletín Oficial del Estado. La previsión es que la primera convocatoria -habrá dos al año- se abra en diciembre y que las propuestas admitidas echen a rodar a principios de 2021. El sector estima que ya hay alrededor de una treintena de proyectos interesados en participar , el 70% nacionales y el 30% restante internacionales.
Pueden presentar su candidatura entidades financieras tradicionales, empresas fintech, centros de investigación o cualquier otro interesado cuya propuesta aporte una innovación de base tecnológica aplicable en el sistema financiero , que se encuentre suficientemente avanzada para probarse y que aporte un valor añadido como la reducción de costes para los usuarios. A diferencia de otros «sandboxes» europeos, el de España contempla dos modalidades : la de exención , para proyectos regulados en la normativa actual que carezcan de licencia y que, una vez concluido con éxito el periodo de pruebas, puedan obtenerla en menos tiempo; y la de no sujeción , que permite que actividades que no están reguladas por su carácter innovador puedan experimentar durante seis meses prorrogables en un entorno controlado.
El «sandbox», que es al ámbito financiero lo que los ensayos clínicos al ámbito sanitario, depende directamente de la Secretaría General del Tesoro y en su supervisión participan el Banco de España, la CNMV y la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones (DGS). Un despliegue que, tanto la banca como el sector fintech, confían en que dé sus frutos. «Es un elemento dinamizador de la innovación financiera que tiene que ir en beneficio de la eficiencia en el servicio, de la protección del consumidor y de la estabilidad financiera», señala Santiago Carbó , director ejecutivo del Observatorio de Digitalización Financiera de Funcas.
El proyecto posibilita que las entidades financieras y el capital riesgo puedan invertir en startups y colaborar con ellas, algo que en el contexto actual es una oportunidad de oro . «Muchas fintech tienen que ganar escalabilidad, pero la pandemia es una coyuntura compleja para conseguir inversión e incrementar el capital. Esto también tiene un lado positivo y es el del aumento de proyectos de colaboración entre bancos y fintech, lo que permite mejorar la innovación financiera del conjunto del sector y que buenas ideas no queden en saco roto por falta de salida», explica Carbó.
A pesar de que en España operan casi 400 fintech, la inversión no termina de despegar como en otros países. En 2019, el sector captó 245 millones de euros, lo que supone solo el 3% de la inversión total en Europa . «El sandbox es trascendentalmente importante porque acelerará la innovación, atraerá mucho talento e inversión», asegura Rodrigo García de la Cruz , presidente de la Asociación Española de Fintech e Insurtech (AEFI). De acuerdo a los datos de la patronal, realizados antes del estallido de la crisis sanitaria, generará 5.000 empleos en 2022 y atraerá 1.000 millones de euros de inversión .
27 países han implementado «sandboxes» regulatorios, la mitad de ellos son asiáticos y el 22% europeos
Sin embargo, hay expertos que advierten de que llegamos tarde. Hasta seis países europeos se han adelantado a España (Reino Unido, Holanda, Dinamarca, Lituania, Polonia y Suiza), mientras que Italia y Portugal nos pisan los talones . «Si lo cerramos ya puede ser un facilitador, pero si se retrasa más como ha ocurrido hasta ahora atrás, los competidores nos ganarán terreno», sostiene Arturo Zamarriego , experto en regulación financiera, que recuerda las consecuencias de esa demora.
« La directiva europea sobre servicios de pago (PSD2) , que entró en vigor en España en septiembre de 2019, ya ha resuelto muchas de las dudas que podían tener las empresas de innovación tecnológica», pone como ejemplo. Además, el pasado septiembre la Comisión Europea presentó un nuevo paquete de medidas sobre finanzas digitales y también un borrador de regulación de las criptomonedas. «Los nuevos modelos de negocio ya están identificados y están siendo regulados en la Unión Europea. Ahora, a través de los supervisores, hay que divulgar el nuevo marco normativo, para lo cual bastaría con foros de innovación», opina Fernando Zunzunegui , coordinador de regulación de EFPA y profesor de derecho del mercado financiero en la Universidad Carlos III de Madrid.
Dotación de recursos
Los expertos defienden que, en cualquier caso, el impacto del «sandbox» dependerá de los recursos de que dispongan los organismos implicados . «O se dota de una estructura adecuada a los supervisores o es imposible que genere las expectativas que estamos pensando que va a tener. Sin esa estructura no serán capaces de discriminar bien en la fase de presentación de solicitudes ni de llevar a cabo el protocolo de manera correcta», avisa Zamarriego.
Hasta la fecha se sabe que el Tesoro Público destinará ocho personas al funcionamiento del «sandbox» a las que se sumarán grupos de trabajo de los otros tres supervisores. Su desarrollo no implicará un incremento del gasto público, pues se llevará a cabo mediante la reasignación de recursos de los supervisores . «Eso es totalmente insuficiente porque se trata de una herramienta muy intensiva en medios, sobre todo humanos. En un país como el nuestro debería tener alrededor de 50 personas dedicadas a tiempo completo», defiende Zunzunegui.
Existen también dudas en torno al sistema de garantías para el caso de que, bajo el periodo de pruebas, se causen perjuicios a clientes o terceros. Hay que recordar que los ensayos se realizan con los datos de usuarios reales voluntarios y en el momento de comienzo de las pruebas, los promotores están obligados a disponer, conforme a lo establecido en el protocolo, de garantías financieras para cubrir la responsabilidad por los daños en los que pudieran incurrir. «La responsabilidad es exclusivamente del promotor, sin que haya fondos comunes ni una figura intermedia que guíe al cliente en las reclamaciones. Si el sistema de garantías se queda corto el sandbox reputacionalmente podría verse muy afectado», alerta Zamarriego.
Otro de los aspectos controvertidos es el papel que juegan los supervisores . «España pone al Banco de España, a la CNMV y a la DGS en una actuación de fomento de mercado, lo cual afecta a la competencia, y de selección de los proyectos. Es algo que no está en su ley y supone un riesgo porque si hay escándalos estas autoridades pueden salir debilitadas », subraya Zunzunegui. El tiempo dirá si el «sandbox» logra sacudirse las incertidumbres que le rodean o se hunde en la arena del fracaso.
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