Sánchez da otra vuelta de tuerca a la fiscalidad contra las grandes empresas
Hacienda cuela en los PGE un endurecimiento en el Impuesto de Sociedades a las participaciones superiores a 20 millones, lo que abre la puerta a un aluvión de operaciones antes de que acabe el año
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Iniciar sesiónLos Presupuestos Generales del Estado para 2021 que ya tramita el Congreso de los Diputados incluyen una sorpresa para las grandes empresas, sobre todo cotizadas y holdings. El límite a la exención sobre plusvalías y dividendos de filiales tanto extranjeras como nacionales presenta una novedad ... frente al proyecto de cuentas de 2019 y es que acaba con la bonificación al completo para aquellas participaciones superiores a 20 millones de euros. Anteriormente, el cambio que incluyó el Gobierno en el proyecto de cuentas de 2019 que no llegó a salir solo afectaba a las participaciones superiores al 5%, pero en esta ocasión se acaba con la exención al completo para todas aquellas que superen este umbral de 20 millones, sea inferior o no al 5%. Un pequeño cambio con un impacto inmenso en los balances de las mayores compañías de nuestro país que, como señalan los expertos consultados, afectará a la plana mayor del Ibex 35.
En el punto de mira se encuentran los holdings con participaciones minoritarias en grandes empresas . Los Presupuestos no solo bajan la exención como hace con el resto del 100% al 95%, sino que suprimen la bonificación abriendo, eso sí, un período transitorio de cinco años hasta que la exención sea nula . Este régimen transitorio «será de aplicación durante los años 2021, 2022, 2023, 2024 y 2025 a las participaciones adquiridas antes del 1 de enero de 2021 cuyo valor de adquisición sea superior a 20 millones de euros sin que sea necesario que la participación, directa o indirecta, alcance el 5 por ciento en el capital», recoge la Disposición transitoria segunda de las cuentas.
La medida provocará un aluvión de reestructuraciones y repartos de dividendos antes de que acabe el año por parte de las empresas, señalan los asesores consultados. «A última hora se pueden dar operaciones adelantadas», señala el director del servicio de estudios del Registro de Economistas y Asesores Fiscales (Reaf) Rubén Gimeno. Fuentes del mercado apuntan que ya les consta que va a haber «repartos de dividendos más o menos artificiales» y «adelantos en venta de activos» de operaciones que hasta ahora estaban en negociación . «Puede que haya empresas que no repartan dividendos, pero compren acciones o autocartera, para sortear la subida fiscal», inciden estas fuentes.
El Ministerio de Hacienda tiene depositadas grandes esperanzas de recaudación en esta medida, ya que cuenta con ingresar 473 millones este año y 1.047 el que viene, siendo la subida fiscal que mayor efecto tendrá con 1.520 millones más para las arcas públicas. Una estimación ligeramente inferior a la que tenía a finales de 2019, de 1.776 millones incluyendo también el tipo mínimo del 15% a las grandes empresas y antes de la actual crisis. La otra novedad en esta ocasión es que t ambién afecta a filiales nacionales y que se abre un régimen transitorio para las empresas que facturen menos de 40 millones durante tres años.
La subida final será endurecida para las mayores empresas del Reino, pero la medida de limitar la exención del 100% al 95% ya llevaba tiempo en el candelero y de hecho ya a finales de 2019 se produjo un adelanto en el reparto de dividendos ante el pacto de Gobierno entre PSOE y Podemos. El director de Economía y Fiscalidad del Instituto de Estudios Económicos, Gregorio Izquierdo, señala que esta medida provocará un aumento de 1,5 puntos en el tipo del Impuesto de Sociedades a los beneficios afectados por el fin de la exención, que se multiplicará si hay varios niveles de filial a matriz.
«Justo en un momento en el que las empresas están pasando dificultades, cuando no pérdidas, esto va elevar los costes de las compañías. Muchas empresas tienen que adaptar su organización ante la crisis, y esto va a encarecerlo», reflexiona Izquierdo, que alerta del impacto «sobre la inversión y el empleo».
Menor atractivo de cara al Brexit
Si bien este régimen está presente en otros países como Alemania o Francia, España había elevado la exención al 100% en 2015 para tratar de competir a la hora de atraer inversiones, frente a estados como Países Bajos que tenían ventajas similares. Una apuesta a la que se pone fin, en un momento en el que, señalan expertos consultados, con el Brexit se pretendía que sedes europeas de grandes empresas pudieran dar el salto de Londres a nuestro país. « España pierde atractivo a la hora de atraer matrices a nivel europeo . Por un pequeño ingreso te pones en desventaja, además de que la medida tiene un nivel de distorsión alto que puede elevar las deslocalizaciones», sostiene Izquierdo.
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