Sánchez, a contracorriente: Europa diseña cuentas expansivas sin subir impuestos

Portugal debate y vota sus nuevos Presupuestos Generales este miércoles 28 de octubre, con la tensión sobrevolando la Asamblea de la República tras el rechazo anunciado del PSD, el CDS-PP, Iniciativa Liberal y… la gran sorpresa del Bloco de Esquerda (BE), que a última hora se ha mostrado en contra de apoyar al Gobierno socialista. Será la correlación de las abstenciones la llave para su aprobación.

Es el primer test parlamentario (centrado en las «generalidades») que debe superar el proyecto, llamado a vivir su votación definitiva el próximo 27 de noviembre , una vez que se ajusten los cambios a los que den lugar las sucesivas negociaciones con los partidos políticos que pongan sus objeciones.

Pero, ¿por qué los habituales socios del BE se han plantado en esta ocasión? Su líder, Catarina Martins, no cierra la puerta a una respuesta afirmativa dentro de un mes, en caso de que se avance en sus reivindicaciones.

El BE considera que la previsión actual para el Servicio Nacional de Salud representa «una falta de respuesta» y puntualiza: «O salvamos y reforzamos esa área en 2021 o aceptamos que la pandemia lo va a consumir» . De acuerdo con sus explicaciones, «los Presupuestos fallan en la cuestión más importante de nuestro tiempo: no dan a Portugal la garantía de que tendremos los medios técnicos y las condiciones suficientes para que los hospitales nos protejan».

Los socialistas alardean de que se reforzará la maltrecha Sanidad, pero las medidas que están sobre la mesa incluyen destinar 90 millones de euros más (19 para el área de salud mental) por este concepto, algo que resulta insuficiente a todas luces.

Más puntos: deducir el 15% del IVA presentando facturas de restaurantes, gimnasios, peluquerías, oficinas o veterinarios, sin olvidar el denominado IVAucher, es decir, la recuperación de lo abonado en cultura, restauración y alojamiento.

Se crea un impuesto ambiental para los automóviles usados y se inyecta 60 millones de euros (la gran mayoría recaudados con unos impuestos indirectos cada vez más altos) con el fin de bajar el precio de las tarjetas de transportes públicos. Igualmente, los trabajadores por cuenta ajena y los empleados de hogar cuyos ingresos se hayan visto reducidos a causa de la pandemia podrán disponer de una prestación temporal, siempre que cumplan una serie de requisitos.

Además, el valor mínimo del subsidio de paro se incrementa en unos 60 euros al mes , hasta los 505. En cuanto a las pensiones más bajas, aumentan entre seis y 10 euros al mes, aunque solo a partir de agosto de 2021.

Y las empresas que reciben ayudas del Estado en plena pandemia no podrán realizar despidos , en caso de que hayan acreditado beneficios en este 2020. Unas subvenciones que no llegarán en ningún momento a las firmas portuguesas radicadas en paraísos fiscales.

Los presupuestos del Estado de Francia para 2021 (Ley Programación finanzas ) han sido concebidos para relanzar la economía nacional con 100.000 millones de euros de inversiones, en dos años, recortando la presión fiscal sobre empresas y familias, favoreciendo la reconversión industrial, incrementando las inversiones «verdes» y reforzando sanidad, educación y justicia.

El Plan de relanzamiento de la economía nacional, por un montante de 100.000 millones de euros , entre 2021 y 2022, estará financiado con deuda, ayudas europeas y nuevos recursos esperados con el crecimiento de la economía.

Al margen del plan de relanzamiento, las partidas tradicionales del gasto público crecerán este año un 6,7 % el 2020 , pero solo debieran crecer en un 0,4 % el 2021

El déficit público deberá crecer este año hasta el 10,2 % del PIB, tras el 3% del 2019. Se proyecta contenerlo hasta el 6,7% el año próximo. El histórico objetivo del 3% del Pacto de Estabilidad europeo se retrasa hasta el 2025, de momento.

La deuda pública alcanzará este año el 117,5 %, tras el 98,1 del 2019. Se espera contenerla en torno al 116,2 % el año próximo.

Quizá uno de los puntos capitales y estratégicos de los presupuestos del Estado y la política económica de Emmanuel Macron sea la reducción de la presión fiscal. Francia es, desde hace años, una de las economías más socializadas de Europa.

El 2018, la presión fiscal global (empresas, familias y particulares) ascendía al 44,8% del PIB el 2018, el 2019 «descendió» el 44,1%, el 2020 ha vuelto a crecer al 44,8. El gobierno francés espera bajan los impuestos y recortar la presión fiscal, global, hasta el 43,5%, el año próximo.

El gobierno anuncia una disminución del 25% de los impuestos que pesan sobre las empresas, durante los dos próximos años, con el fin de reforzar su competividad y la modernización del sistema productivo, favoreciendo la reconversión «verde» y la digitalización. Entre 2018 y 2021 la presión fiscal debiera disminuir en 45.000 millones de euros, «la más alta de los últimos veinte años», según Bruno Le Maire, ministro de Economía y Finanzas.

Esa política de bajada de impuestos coincide con medidas de apoyo al empleo, favoreciendo los dispositivos de actividad parcial (equivalente a los ERTE españoles). El Gobierno ha negociado con la banca prolongaciones de hasta seis años de los préstamos garantizados por el Estado para las empresas con dificultades.

Muy optimista, el Gobierno de Emmanuel espera un «boom» espectacular del crecimiento , evaluado en un 8 %, el año próximo, tras la histórica caída del 10 % de este año y el 1,5 %, el 2019.

Los presupuestos del Estado para el 2021 esperan que el poder adquisitivo de las familias crezca en un 1,5%, tras un empobrecimiento del 0,5 % este año y un crecimiento del 2,1 % el 2019.

En términos presupuestarios, estos son los ministerios más favorecidos por los presupuestos del 2021: Transición ecológica (más 55,8 %), Solidaridad y Sanidad (18,2 %), Ayuda pública al desarrollo (18,2 %), Colectividades territoriales (más 11,4 %), Educación nacional (más 8,3 %), Justicia (más 7,9%), Interior (más 6,3 %).

Italia ha aprobado unos presupuestos del Estado para el 2021 con recorte fiscal para empresas y familias , sin subida de impuestos. La ministra de Agricultura, Teresa Bellanova, explicó la orientación de la ley de presupuestos: «Este no es el tiempo de los impuestos , sino de mirar al país real y de apoyarlo con inversiones y menos burocracia».

El gobierno de Giuseppe Conte aprobó unos presupuestos en clave anti-Covid y marcadamente expansiva. Además de evitar la subida de impuestos, se destinan 40.000 millones de euros para frenar la crisis desencadenada por el coronavirus y apoyar el crecimiento del país.

En el paquete de medidas, destacan 6.000 millones para la escuela , 4.000 millones para sanidad (aparte de otros seis mil millones del fondo de recuperación europeo); 4.000 millones a fondo perdido para apoyar sectores en crisis (bares, restaurantes, hoteles y turismo estacional) y 5 mil millones para extender hasta marzo la llamada «caja integración», un sistema similar a los ERTE en España . «Nunca unos presupuestos fueron tan expansivos en la historia del país», dijo el ministro de Economía, Roberto Gualteri, destacando que las inversiones pasarán del 2,3 por ciento del PIB en 2019 al 4 por ciento el próximo año.

Se ha cuidado especialmente el capítulo de Sanidad , para fortalecer y asegurar la atención médica, con muchas medidas. La principal es la confirmación, para 202, de 30.000 médicos y enfermeras que habían sido incorporados durante el periodo de emergencia. El personal sanitario tendrá retribuciones más altas. Para compra de vacunas se destinan 400 millones de euros , y un fondo de 1.000 millones para otras necesidades relacionadas con la emergencia sanitaria.

En el ámbito fiscal, una medida relevante es la prestación mensual por hijo , oscilando entre 200 y 250 euros, desde el séptimo mes de gestación hasta los 21 años de edad. Se aplicará para los hijos de asalariados, autónomos y desempleados. Se verán beneficiadas 11 millones de familias.

Se aumenta el bonus que reciben los trabajadores en su nómina, capítulo al que se destinan ca si 8.000 millones de euros. Desde el 2014, los empleados con rentas hasta 26.000 euros percibían 80 euros mensuales. Ahora el bonus se amplía a 100 euros para los trabajadores con rentas desde los 28.000 y 40.000 euros , un bonus que se convierte en estructural.

Se asignarán 5.700 millones de beneficios fiscales para las inversiones en el sur del país , más retrasado económicamente que el norte, con el fin de apoyar las empresas y estimular el empleo. Las empresarios no tendrán que pagar impuestos por los contratos a menores de 35 años.

Las escuelas y universidades, además del sector cultural, también son receptores de otra importante inyección de recursos. De hecho, la contratación de 25.000 profesores de apoyo se financia con 1.200 millones de euros , mientras que 1.500 millones se destinan a edificios escolares que posteriormente también se beneficiarán de los recursos del Fondo de Recuperación. Se incrementan las ayudas a guarderías con 100 millones, ampliables en años sucesivos. También se espera una contribución permanente de 500 millones anuales por el derecho a la educación y 500 millones para incrementar la contratación en las universidades.

Por otro lado, 2.400 millones van a edificios universitarios . Se interviene también con 350 millones de euros para potenciar el transporte escolástico destinado a regiones y municipios. Finalmente, 600 millones anuales se destinarán a apoyar el empleo en los sectores del cine y la cultura, que a su vez se ven especialmente afectados por la pandemia.

En definitiva, se trata de estimular la recuperación del país , con medidas para hacer frente a la pandemia, limitar su impacto en el mundo empresarial y laboral, fortaleciendo la atención médica. El gobierno espera para el próximo año un crecimiento del 6 %.

El presupuesto alemán para 2021 contempla un déficit de 96.200 millones , pero que garantiza volver al equilibrio en 2022. Por primera vez en cuatro legislaturas, Merkel abandonará la política del déficit cero para financiar las medidas anticrisis. «La buena situación financiera, que hasta 2019 ha encadenado seis años consecutivos de superávit fiscal , nos permite ahora contrarrestar activamente las consecuencias de la crisis actual con fuerza y a tiempo, sin incurrir por ello en una problema estructural», dijo el ministro de Finanzas Olaf Scholz sobre su presupuesto de 413.400 millones . Dos tercios de la nueva deuda son aumento de gasto, por los paquetes de impulso , ayudas y estabilizadores automáticos. El tercio restante constituye la calculada caída de la recaudación.

Las inversiones del Gobierno alemán ascenderán en 2021 a 55.000 millones, frente a los 71.000 millones de 2020. Más 48.000 millones en los próximos tres años. Entre los principales focos de esta inversión están los hospitales (3.000 millones en 2021) , la producción de energía a partir del hidrógeno (6.800 millones) , tecnologías de comunicación 5G y 6G (2.000 millones hasta 2024), inteligencia artificial (2.000 millones hasta 2024) y el Fondo para la Energía y el Clima, que obtendrá 27.000 millones . El presupuesto social constituye el 51% del total, con 500 millones para guarderías y 5.000 millones para estabilizar las contribuciones a la Seguridad Social.