Ryanair se asoma al caos con las huelgas de pilotos y tripulantes de cabina

La cifra total de los TCP que estarán llamados a la huelga (en España son alrededor de 1.800) es una de las cuestiones que debaten las organizaciones sindicales de varios países europeos desde ayer en Dublín. Por el momento, las movilizaciones han sido secundadas por España, Bélgica, Portugal e Italia. Fuentes sindicales señalaron ayer que estaban pendientes de que las autoridades italianas autorizaran las protestas para concretar definitivamente el calendario, un paso que se dará en principio hoy, tras una segunda jornada de encuentros en Dublín. Aún así, los trabajadores no descartan que la decisión finalmente se demore al jueves.

La huelga de los tripulantes de cabina ahonda en la crisis laboral de la aerolínea de bajo coste, que afrontó la primera huelga de pilotos de su historia el pasado invierno. Las movilizaciones, que se localizaron en Alemania, fueron una referencia para un buen número de conflictos laborales que se mantienen hoy abiertos.

Sin ir más lejos, ayer los pilotos de Ryanair en Irlanda decidieron en una asamblea convocar una huelga de 24 horas para el próximo jueves 12 de julio. Una convocatoria tildada de «innecesaria» por la compañía, que aseguró que solo afectará al 7% de sus vuelos, Los sindicatos han destacado que las protestas se convocan para reclamar mejoras salariales, pero también por la negativa de Ryanair a negociar con determinadas organizaciones de trabajadores.

En otros países también ha sido foco de conflicto el «status» laboral irlandés que impone la compañía. Se trata de un sistema que de hecho ha sido denunciado por los pilotos españoles ante la Audiencia Nacional. Fuentes sindicales destacan que el pasado viernes se produjo una reunión con la empresa para evitar que el conflicto siguiera adelante. Sin embargo, las posturas estaban tan alejadas que se decidió mantener la denuncia. «Estamos a la espera del juicio», destacan estos representantes. No es la primera vez que Ryanair se niega en redondo a modificar estas «líneas rojas», un enrocamiento que puede llevarle a cancelar miles de vuelos en temporada alta, como ya sucedió el año pasado. Entonces, la repentina fuga de cientos de sus pilotos fue la que provocó el caos aéreo de la compañía.

Por si fuera poco, el mes pasado la firma dirigida por Michael O’Leary ya tuvo que cancelar 1.100 vuelos por la huelga de los controladores aéreos franceses, según informó ayer la propia aerolínea. Pese a ello, las cifras de tráfico no se resintieron, y la compañía cerró junio con 12,6 millones de clientes, un 7% más que el año anterior.

Desde Ryanair destacan que «estas demandas no tienen sentido», ya que sus tripulantes de cabina ganan hasta 40.000 euros anuales («más del doble del salario mínimo») y cuentan con beneficios como un bonus del 10% por vender productos a bordo o formación gratuita.