La revolución de la conectividad solo está comenzando

Hace nueve meses prácticamente nadie había oído hablar del sistema de videoconferencias Zoom. Ahora es omnipresente y su cotización ha subido un 230%, pero si la Covid-19 hubiera ocurrido hace cuatro años es poco probable que hubiera alcanzado el éxito que ha tenido. El motivo es la disponibilidad de infraestructuras digitales para las empresas que hay ahora. Zoom fue capaz de incrementar sus usuarios diarios de 10 millones en diciembre de 2019 hasta 300 millones en abril de 2020 recurriendo a la nube de Amazon. Estos tipos de plataformas están revolucionando la forma en que las empresas conectan con sus clientes y eso promete muchas oportunidades en el futuro.

La conectividad posibilitada por las siete primeras superplataformas —Facebook, Google, Amazon, Apple, Microsoft, Tencent y Alibaba— no tiene precedentes. El tamaño, profundidad y sencillez de manejo de estas redes es lo que ha creado este cambio de paradigma.

El tamaño: Facebook tiene 3.000 millones de usuarios. La profundidad es el grado en que están integradas en nuestras vidas: el estadounidense medio pasa tres horas al día en su móvil, lo que ofrece ingentes cantidades de datos sobre su comportamiento a las plataformas. Por último, la sencillez de manejo hace que nunca haya sido tan fácil llegar rápidamente al grueso de la humanidad.

El ritmo de crecimiento y el tamaño potencial que pueden alcanzar quienes exploten con eficacia estas plataformas sorprenderán a la mayoría de la gente, y la adopción del 5G acelerará los acontecimientos.

Antes de Internet, si Ford lanzaba un nuevo coche y quería publicitarlo en EE.UU., la mayor audiencia que podía conseguir era durante los anuncios del descanso de la Super Bowl, donde podía tener 100 millones de telespectadores. Si optaba por un lanzamiento internacional, tenía que contactar con todas las cadenas de televisión nacionales en un proceso muy caro. Actualmente, las empresas pueden comprar emplazamientos publicitarios en Facebook o Youtube y llegar simultáneamente a una audiencia de más de 3.000 millones de personas.

Pero también importa quién forma esa audiencia. Las empresas pueden ahora dirigirse a múltiples grupos demográficos con una granularidad inimaginable hasta hace poco. Cada dólar gastado en publicidad es mucho más efectivo que antes.

Zoom es un ejemplo de empresa que ha aumentado su tamaño rápidamente, pero hay muchos más. En 2007, Netflix empezó la transición hacia el streaming de contenidos y ahora cuenta con 180 millones de abonados. La aplicación de citas Tinder se lanzó en 2012 y cuenta con 60 millones de usuarios en la actualidad. La aplicación para desplazamientos en coche Uber se lanzó en 2011 y se calcula que contaba con 110 millones de usuarios en 2019.

Durante los últimos años las empresas han alcanzado tamaños que anteriormente habrían tardado décadas en lograr. Lo han conseguido utilizando Apple, Facebook, Amazon y Google para comercializar y vender productos, y Amazon y Microsoft para disponer de infraestructura técnica.

Antes de la informática en la nube, las empresas que desembarcaban en un país o aumentaban sus suscriptores debían abrir oficinas en el país, contratar personal y comprar nuevos servidores. Ahora, todo es mucho más fluido: una empresa solo tiene que ampliar el uso de las plataformas. Además, las empresas pequeñas pueden utilizar la logística de Amazon para entregar sus productos.Los desarrolladores de aplicaciones en el ecosistema de Apple pueden vender sus productos en un país simplemente marcando la casilla correcta en el software.

Los inversores siguen estando todavía muy obsesionados con las plataformas que suministran los gigantes tecnológicos y sus elevadas tasas de crecimiento. Muchos inversores se preguntan si se han quedado fuera de la fiesta de la tecnología o si estas empresas están sobrevaloradas y tienen que corregir. Pensamos que esas no son las preguntas pertinentes. Lo que le depare el futuro a estas empresas no es necesariamente lo más importante, sino cómo los sistemas y servicios que suministran han generado oportunidades para todo un abanico de empresas y sectores. Ahí es donde se encuentran las oportunidades.

Creemos que la próxima fase de la expansión de la tecnología traerá consigo una ampliación del crecimiento de los usuarios y los ingresos desde un conjunto estrecho de actores conocidos, como Netflix y Zoom, hasta un elenco de empresas más variopinto. Por ejemplo, las editoriales de juegos como Activision pueden aprovechar las plataformas, las aplicaciones sociales y de citas pueden ampliar susbases de usuarios, los negocios de alimentación en Internet pueden llegar a nuevos mercados y los nuevos proveedores de servicios de streaming como Disney+ podrían cuadriplicar sus abonados hasta los 200 millones.

Hemos viajado a través de una primera oleada de Internet marcada por la conversión de lassuperplataformas en fenómenos de ámbito mundial. Actualmente, estamos en el arranque de una segunda oleada donde las empresas que utilizan estas plataformas pueden usar su conectividad para levantar negocios internacionales de un gran tamaño. A la revolución de la conectividad le queda mucho camino.