Rescate de joyas en los Montes de Piedad tras subir el ahorro durante la pandemia

El efecto de esta nueva tendencia de ahorro también se ha dejado sentir en los Montes de Piedad con un 20% más de recuperaciones en 2020 en comparación con el año anterior , tal y como explican los responsables consultados de estos establecimientos. Al tener más dinero disponible en sus bolsillos y en sus cuentas bancarias, muchos clientes de los Montes de Piedad optaron por la dirección contraria a empeñar sus objetos de valor: cancelaron sus préstamos y recuperaron sus joyas y otros artículos preciados en los meses que siguieron a la desescalada.

El presidente de la Asociación Española de Montes de Piedad (Presea) y de la Fundación MonteMadrid, Santiago Gil, explica que debido a que «los españoles están ahora en casa, con teletrabajo y con los ERTE aún activos» no han notado falta de liquidez entre los clientes . «No sabemos qué pasará en los próximos meses, estamos expectantes por ver qué ocurre cuando los ERTE dejen de existir. Europa augura un 2021 duro por las consecuencias de la pandemia y con un impacto más claro en la sociedad desde el punto de vista económico, pero es difícil preveer qué pasará», puntualiza Gil. «Durante los meses posteriores al confinamiento los clientes nos indicaban que gracias al ahorro generado durante el estado de alarma podían hacer efectivas las cancelaciones de préstamos y por tanto las retiradas de joyas», cuenta, por su parte, la directora del Monte de Piedad de la Fundación La Caja de Canarias, Irene Suárez.

El « efecto miedo» por si se aprobaban nuevas restricciones que afectaran otra vez a estos establecimientos también repercutieron de lleno en la recuperación de joyas, según la responsable del Monte de Piedad de la Fundación Ibercaja. «Este incremento también fue consecuencia del miedo por el cierre de las oficinas. Nuestros clientes tuvieron la necesidad de regularizar su situación, ahorraron durante el confinamiento y hubo un pico de operaciones en los meses posteriores con la cancelación y renovación de préstamos», señala. «Sin embargo, durante agosto y septiembre subieron los empeños hasta valores de febrero pasado ya que aquellas personas que retiraron antes sus joyas volvieron a depositarlas otra vez para no tenerlas en casa. Una vez pasadas estas tensiones tras el verano, la demanda se ha estabilizado a valores muy similares a antes de la pandemia », destaca.

Actualmente, la actividad del sector de crédito prendario es de relativa normalidad en la mayoría del territorio y con niveles bastante parecidos a los del año pasado, cuando no había estallado la pandemia de coronavirus. Sin embargo, desde Presea advierten de que sí han detectado subidas de los empeños en comunidades con economías más vinculadas al turismo , como Canarias o Valencia. «Sí hemos notado más actividad en las oficinas con mayor dependencia del turismo, como Alicante o Córdoba», apostilla Gil.

Así en zonas turísticas, como Canarias, el saldo de préstamos vivos ha subido en un 5,30% con respecto al año anterior. «Ahora estamos en un momento de poca cancelación, mucha renovación y también de un ligero repunte de los empeños. Desde hace un par de meses, tenemos muchos cliente que trabajaban en hoteles o en el sector de la restauración», relata la directora del Monte de Piedad de la Fundación La Caja de Canarias. «Durante lo que llevamos del último trimestre del año también se han reducido las cancelaciones en un 35% respecto a los meses posteriores al confinamiento», añade.

Por ello, en función de la falta de liquidez se ha generado una España a dos velocidades que deja patente la brecha entre comunidades autónomas . «En esta crisis económica se ha dado un comportamiento muy curioso y no apreciado en crisis anteriores, como en la que se inició en 2008, ya que la reacción de la demanda ha estado directamente relacionada con la composición del PIB de las comunidades autónomas. Las regiones donde el turismo tiene más presencia como Canarias y Comunidad Valenciana han presenciado un incremento de la demanda de empeños . Esto es consecuencia de un aumento del paro de gran parte de la población y las necesidades de financiación adicionales», argumenta Sancho. «En las comunidades con menor presencia del sector turismo y con un PIB más equilibrado por el sector industrial o por el sector de servicios profesionales como Madrid, Castilla y León o Aragón no se ha producido un repunte», concluye Sancho, de la Fundación Ibercaja.