Grecia no continuará recibiendo el recate si no adopta nuevas medidas

La quinta entrega del rescate de 110.000 millones de euros concedido por la Unión Europea a través de la Comisión Europea (CE) y el Banco Central Europeo (BCE) así como por el Fondo Monetario Internacional está ahora seriamente en juego. Sus expertos consideran que el programa de ajuste presentado por los socialistas en el gobierno es un fracaso , especialmente la parte mas estratégica que calcula conseguir mediante privatizaciones 50 mil millones de euros.

Y por ello los miembros de la denominada “troika” (FMI,CE,BCE) estudian con los altos cargos del Ministerio de Finanzas la creación de un organismo autónomo dirigido por expertos extranjeros para administrar y decidir sobre las privatizaciones, con poder para vender o alquilar todas las propiedades estatales ( desde terrenos hasta compañías) y cuyas decisiones no necesitarían la firma de los ministros griegos competentes. Y los fondos obtenidos se dirigirían directamente a la compra de deuda griega ( por un valor reducido cercano al 30-40%) del actual), lo cual disminuiría los spreads. Este paso exige la aprobación por mayoría parlamentaria , es decir al menos 180 votos de los 300 diputados del parlamento unicameral griego. Dado que los socialistas tienen mayoría absoluta pero no alcanzan este número, deberían conseguir el apoyo de los independientes ( que han abandonado desde las elecciones la Coalicción de la Izquierda y el partido conservador ) y de algunos conservadores que no seguirían la línea “anti-memorandum” de su líder, Andonis Samaras. Y sino... elecciones generales en un país en recesión y al borde de la quiebra.

Con semejante proyecto, que de realizarse pondría en manos extranjeras las propiedades estatales griegas y levantaría serios problemas de soberanía, al gobierno de Papandreu no le queda mas remedio que acelerar sus recortes y ajustes que tanto retraso presentan al tener un altísimo coste político y práctico . Ello significa eliminar con gran rapidez y de alguna manera muchos organismos públicos, efectuar despidos y nuevos recortes para los sueldos y pensiones de los funcionarios . Hasta ahora, y especialmente durante los dos ultimos meses, el presidente del gobierno griego Yorgos Papandreu ha aplazado muchas decisiones y no ha sustituido ministros que no cumplen con el programa de ajuste del gobierno o que no colaboran con otras carteras .Parece sin embargo que no sólo las presiones exteriores y los mercados internacionales, sino todo el país espera nuevas medidas que recorten o eliminen el gasto público , algo al que se oponen detrás del escenario muchos socialistas y sindicalistas. Pero en los próximos días Papandreu deberá de comprometerse para evitar nuevos males para Grecia.