El fin del reinado de las hipotecas fijas: el euríbor apunta hacia arriba con los tipos aún estancados
La banca confía en un repunte notable del índice en 2023 pese al impacto de la guerra
El BCE acelera el fin del programa de estímulos ante una inflación fuera de control por la guerra
El mercado hipotecario afronta un cambio de guion
Giro de guion en el mercado hipotecario, pese a la guerra en Ucrania y la ambigüedad del Banco Central Europeo (BCE) sobre cuándo exactamente subirá los tipos de interés de referencia. El tipo fijo dejará de ser el rey de las hipotecas a ... medio plazo y las entidades financieras ya preparan el terreno de cara a lo que se avecina.
El contexto que manejan los bancos es fundamental para la oferta de préstamos para vivienda. En el sector dan por descontado que en 2023 ya se verán subidas de tipos de interés por parte del BCE ; no se atreven a vaticinar el momento exacto, eso sí. Y esto es fundamental por el efecto mariposa que genera sobre el euríbor , el índice al que están referenciadas el 80% de las hipotecas en España.
Si el BCE sube los tipos de referencia, también lo hace el euríbor. Y si este se incrementa, los intereses de las hipotecas variables aumentan en consonancia y ganan atractivo para la banca. La duda está en cuándo el supervisor europeo decidirá subir los tipos, que llevan años anclados en cero y negativo.
Christine Lagarde, su presidenta, ayer mostró su compromiso por contener la inflación desbocada en la Eurozona , hasta el punto de acelerar la retirada de los estímulos. Eso abarca las compras de deuda, con el tercer trimestre de 2022 en el horizonte como posible punto de partida para pensar en subir los tipos de interés de referencia. Lagarde, asimismo, señaló que en todo caso el ascenso de los mismos sería «gradual» y no abrupto. Fuentes financieras entienden que esto supone trasladar a 2023 -bien entrado ya el año, incluso- la primera subida de tipos. Sin embargo, la simple expectativa de que esto ocurra ya el año que viene con cierta seguridad empuja al euríbor y a la banca a tomar decisiones.
El índice de referencia de las hipotecas tocó su mínimo histórico en enero de 2021 en el -0,5% mensual . En enero de 2022 se mantenía muy cercano a esos mínimos en el -0,477%. Y en febrero se inició el cambio de tendencia, al cerrar ya en ascenso hasta el -0,335%. En marzo, pese a la guerra y el amago del BCE de ampliar o mantener estímulos, ha continuado de momento en los niveles del mes anterior.
Es por ello que la banca ya ha empezado a potenciar las hipotecas variables, cuyo interés se configura por la suma de un diferencial y el euríbor. La etapa de las entidades de apostarlo todo al interés fijo está por tocar a su fin. Banco Santander, Bankinter, BBVA, Ibercaja ... ya han actuado ante la esperanza de que el euríbor experimente una subida más notable en 2023. Lo han hecho aumentando el coste de los préstamos fijos, reduciendo el de los variables, o ambos al mismo tiempo.
Auge y caída del tipo fijo
«La banca empieza a modificar sus ofertas para adaptarlas al escenario actual. Hasta ahora, como el euríbor cotizaba en mínimos históricos, ganaban más dinero con las hipotecas fijas que con las variables. Por ello, ofrecían unos tipos fijos muy bajos (los más baratos de la historia de nuestro país, según el Banco de España) para atraer a los clientes hacia esta modalidad. Pero este escenario ha cambiado tras la subida del euríbor», señalaron hace escasos días desde HelpMyCash. Y las palabras del BCE, aunque todavía deja en el aire cuándo subirá los tipos, no inquietan a los bancos respecto de las hipotecas, que reconfirman su apuesta por el tipo variable.
Hasta la fecha, las entidades financieras venían potenciando los préstamos a tipo fijo porque así, al menos, se aseguraban un interés mínimo cuando el euríbor permanecía anclado en negativo y sin perspectiva de subir. Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) muestran el empujón que han venido dando los bancos a sus clientes hacia el tipo fijo. En diciembre de 2021, último mes con cifras, el 67,7% de los préstamos se firmaron a esta modalidad, mientras que hace diez años solo representaban el 3,2%.
Ante la reciente subida del euríbor, la banca se ha apresurado a cambiar su estrategia y ahora piensa en potenciar el tipo variable; no desterrar el tipo fijo, porque aún es posible encontrar TAE por debajo del 2%, pero si empezar el giro de guion. Siempre, eso sí, con el ojo puesto en lo que decida el BCE de Lagarde en próximas reuniones.