Sebastián acuerda con Rajoy congelar el recibo de la luz en enero

El de hoy era considerado un día clave para determinar el grado de presión que iba a sufrir el equipo de Rajoy de cara a la que es, probablemente, su primera decisión de calado en el sector energético. Esta tarde se celebra la subasta entre los comercializadores de electricidad , también llamada Cesur. Sus alzas se dejan sentir casi de inmediato en la TUR, ya que el resultado de esta puja determina aproximadamente el 50% del precio final del recibo.

Sin embargo, su repercusión será mínima, gracias al acuerdo alcanzado entre ambos grupos. El ministro de Industria en funciones, Miguel Sebastián, remitirá una propuesta al regulador energético, la Comisión Nacional de la Energía (CNE), en la que maniobrará con los peajes de acceso, la parte del recibo que decide el Gobierno y que supone la mitad restante del recibo. Sebastián esperará al término de la subasta para decidir la cuantía de este tramo. Fuentes del Ministerio esperan que haya un descenso del precio de la electricidad, lo que daría pie a «una ligera subida de los peajes». En el hipotético caso de que sucediera a la inversa, propondría, por el contrario, un recorte que compensaría el incremento de los costes.

El objetivo es claro: independientemente de lo que pase en la Cesur, el «cómputo final» se resolverá en «un resultado neutro, igual a cero», para que Rajoy disponga de carta blanca para evitar un repunte de la luz en el próximo mes de enero.

Con el Gobierno aún pendiente de nombramiento, aún es pronto para saber cuál será la medida que adopte el nuevo presidente. Aunque en pleno del debate de investidura, Rajoy lanzó algunos mensajes. Señaló, por ejemplo, que « no se puede aplicar una subida de tarifas que recaiga íntegramente sobre los consumidores y que siga castigando la competitividad de la economía». El próximo jefe del Ejecutivo subrayó que, en última instancia, el propósito es «la liberalización» del sector, imposible «de acometer sin la solución definitiva del déficit tarifario».

Sea cual sea, la decisión no se presume sencilla. El mantenimiento del recibo de la luz, a costa de aplicar una subida mínima a los peajes, podría chocar con las exigencias de la patronal de las eléctricas, Unesa, que reclama un aumento de las tarifas de acceso del 25% en 2012 para frenar el desajuste de la tarifa, fruto de la diferencia entre los ingresos regulados y los costes del sistema, que en 2011 escaló hasta los 22.000 millones de euros. Las compañías, además, argumentan que la decisión de congelar el recibo en octubre generó un déficit adicional de 800 millones de euros, que aleja, casi de manera definitiva, los objetivos de déficit tarifario para 2012 (un máximo de 1.500 millones).