Las quitas de deuda amenazan el ‘rating’ de las entidades

Los bancos rechazan que sea el Gobierno el que les imponga quitas. Y sus detractores van en aumento. Fuentes financieras explican a ABC que grandes gestoras y agencias de calificación no verían con buenos ojos aplicar esta medida. Los primeros consideran que podía minar, en parte, la confianza en España como destino de inversión al mostrarse, así, la extrema debilidad del tejido productivo. Los segundos son más tajantes al asegurar que aplicar quitas supone un riesgo para la estabilidad financiera.

En las agencias de ‘rating’ dudan sobre cómo un gobierno podría fijar quitas de deuda ICO , a nivel operativo. Sin embargo, todo hace indicar que lo que se aprobará, en este sentido, no será una obligación sino un código de buenas prácticas al que la banca puede adherirse. Asimismo, las casas de calificación consideran que las quitas no favorecen la cultura del crédito y que podrían abrir un peligroso camino de amenazar el ‘rating’ de ciertas entidades financieras, en función de cómo asumieran las pérdidas, además de que las quitas obliga a la banca a realizar más provisiones. «Tendría sentido ver primero lo que hacen en el resto de Europa », apuntan las fuentes consultadas.

Alvise Lennkh , director de calificaciones soberanas de Scope Ratings , reconoce que las quitas provocarían un riesgo moral para el sector privado y que distorsionarían la igualdad de condiciones si solo unas pocas compañías pueden beneficiarse, entre otros riesgos. Por ello, desde esta agencia de calificación apuestan más por buscan un equilibrio y apostar por otro tipo de medidas menos arriesgadas. Entre el mundo inversor, Rafael Torres y Luis Vitores , de la gestora , rechazan también la hipotética medida de imponer pérdidas al sector financiero: «Creemos que incluir a los bancos en dicha fórmula sería no solo injusto, pues se verían más afectados aquellos que más han apostado por seguir apoyando a las pequeñas empresas y aquellas con menos recursos, sino que sería incluso contraproducente. Lo último que necesitan las empresas españolas en un momento tan delicado como el actual es que se les cierre el grifo de la financiación como resultado de mayores provisiones en un sector bancario ».