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Querella millonaria contra la banca alemana por las comisiones de sus tarjetas

La demanda está dirigida por un abogado estadounidense especializado en casos como el de Volkswagen

Edificio del Deutsche Bank, en Fráncfort EFE

ROSALÍA SÁNCHEZ

El abogado estadounidense Michael Hausfeld, especializado en demandas colectivas de alto perfil, ha fijado como su próximo objetivo a la banca alemana. Tanto las cajas de ahorro como los bancos públicos y una larga lista de institutos privados que incluyen al mayor de ellos, el Deutsche Bank, son acusados de acordar ilegalmente precios de los servicios de tarjetas bancarias y de prácticas de cártel por las que exige indemnizaciones millonarias.

Desde la implementación del sistema de pago electrónico EC, hace más de 20 años, los comerciantes cargan con un coste generalizado del 0,3%, una tarifa fija sobre los pagos con tarjeta que se convierte en beneficio limpio de los bancos y que solamente en las gasolineras disfruta de un porcentaje reducido negociado entre los dos sectores.

La Oficina Federal de la Competencia alemana ya denunció la tasa EC en un informe emitido en 2013 , exigiendo a los bancos la fijación de un coste que abriese paso a la competencia entre entidades y que favoreciese al consumidor. Bajo esta presión de las autoridades, los bancos se comprometieron en abril de 2014 a permitir la negociación libre de los costes a escala minorista y las tarifas cayeron hasta un 40%. El ahorro que supuso para las tiendas, según la Federación Alemana de Comercio, fue de 100.000 millones de euros en 2015.

Lo que intenta ahora Michael Hausfeld es denunciar esta práctica con carácter retroactivo sobre al menos los diez años anteriores a la apertura de tarifas. La Federación de la Banca Alemana respondió ayer que «en ningún caso se ha violado la legislación antimonopolio y todas las tarifas han pasado la supervisión de las autoridades de competencia alemanas».

El portavoz de Hausfeld en Alemania, Christopher Rother, ha confirmado a al diario «Bild am Sonntag» que entre los denunciantes hay cadenas comerciales alemanas y estaciones de servicio.

El fufete ha obtenido ya victorias en procesos semejantes, como el juicio por el cártel de fijación de precios en los envíos aéreos de carga, el de inversores perjudicados por una trama de manipulación cambiaria por parte de bancos y el de las tarifas fijadas por MasterCard y Visa Europe.

Más recientemente, ha obtenido para los afectados estadounidenses del escándalo del trucaje de emisiones de la marca alemana Volkswagen un trato mucho más favorable que para las víctimas del resto del mundo y no ha dudado en llevar al Gobierno alemán ante los tribunales, con acusaciones como la de no haber hecho cumplir correctamente normativas europeas de emisión de gases, para hacer presión sobre el proceso.

Con esta querella, por lo demás, se diría que EE.UU. está devolviendo en la cara de los bancos alemanes la bofetada recibida por parte de las autoridades europeas. El pasado septiembre, la tarjeta Mastercard fue objeto ya de una millonaria denuncia en Gran Bretaña. Los querellantes quieren 14.000 millones de libras de compensación, unos 16.300 millones de euros, que los bancos americanos habrían cobrado de más gracias a supuestos acuerdos ilegales de tarifas, según una sentencia del Tribunal Europeo de 2014, que condenó las prácticas llevadas a cabo por los bancos estadounidenses es este sentido desde 1992 hasta 2008.

Hay que recordar que en octubre pasado se conoció la primera sentencia en España contra Volkswagen por el «dieselgate» cuando un juzgado de de Valladolid obligó a Volkswagen a abonar 5.006,5 euros a un afectado.

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