Las pymes dedicadas a la restauración alimentan el empleo

No obstante, son cifras menores a las registradas en 2016 cuando las pymes acumularon 339.000 empleos, que representaron el 65% del total de afiliaciones registradas. Al interpretar estos datos el director de Randstad Research, Valentín Bote, asegura que en 2017 existe «una gran resistencia a la desaceleración», ya que el mercado laboral sigue creciendo con intensidad. Sin embargo, la desaceleración llegará en 2018 y afectará a todas las pymes, salvo a las microempresas. Son precisamente las más pequeñas las que muestran mayor actividad en la generación de puestos de trabajo, con un crecimiento del 3,5% para 2017 y del 2,4% para 2018.

Traducido a números absolutos, esto significa que en el primer trimestre de 2017 las pymes crearon 27.977 empleos, de los cuales 9.115 fueron en micropymes, 13.454 en pequeñas empresas y 5.408 en medianas.

Al analizar los sectores, la mayor actividad se ha registrado en los servicios de restauración, independientemente del tamaño de la empresa. En concreto, los servicios de comida y bebida es donde existe un gran filón para el empleo. «Y también se han producido avances de afiliación en sectores relacionados con actividades de la economía española en el exterior», afirmó el director de Economía e Innovación de Cepyme, Carlos Ruiz.

En el caso de las micropymes los buenos resultados también obedecen a que se ha contratado más en el sector de la educación, en empresas que se dedican a actividades jurídicas y en la construcción especializadas.

Las pymes, que es el segundo segmento que registra mayor dinamismo en el empleo, han sabido compensar la desfavorable estacionalidad de los servicios de restauración y del comercio al por menor, con notables ascensos de contratos en las empresas de educación, construcción, transporte terrestre y administraciones públicas.

Las medianas empresas también han generado empleo pero a un ritmo muchísimo más limitado. Los sectores más favorables a ello han sido educación y administraciones públicas, precisamente los que mayor presencia pública tienen. 

Están también los sectores más vulnerables al empleo, donde no sólo no se crean puestos de trabajo sino que también desaparecen. Por ejemplo en la industria extractiva, en la actividad sanitaria, en las empresas dedicadas al servicio de alquiler y en el sector de la pesca y de la acuicultura.

Si bien parece que para el empleo corren vientos favorables, también hay escollos que salvar. La precariedad de muchos salarios fue un asunto que se abordó en la rueda de prensa durante la presentación de estos datos. Ruiz y Bote explicaron que, a pesar de que el comportamiento de los salarios está teniendo cierta moderación, sí que se está notando alguna aceleración, ya que los salarios pactados por convenio están por encima del crecimiento que se registró en 2016. En todo caso, estiman que la mejora de los salarios dependerá de las actividades o del nivel de productividad.

Eso sí creen que la contratación indefinida tendrá más peso en el nuevo empleo que se cree este año y al que viene, puesto que «esta modalidad está creciendo por encima del 12%» y está siendo «superior a la de la contratación temporal», una tendencia que se mantendrá.

Donde se detectan más problemas es a la hora de cubrir puestos de trabajo más cualificados. «Las necesidades de personal cualificado se encuentra tanto en empresas de sector más tradicionales como en otras relacionadas con las nuevas tecnologías», explicó Bote. Precisamente serán estos perfiles los que tendrán mayores posibilidades de negociar un salario con la empresa. Ranstad Reseach ya ha advertido más de una vez de la necesidad de formar los llamados perfiles STEM (siglas en inglés): Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas.

El sector de la restauración goza de buena salud, como también demuestra una nueva campaña de la Federación Española de Hostelería (FEHR) y Coca-Cola. «Benditos bares en datos, radiografía de los bares en España» es un proyecto que da a conocer un detallado análisis sobre este sector.Por ejemplo, estima que la hostelería representa el 7,4% del PIB nacional y da empleo a 1,6 millones de personas. Hay 101.397 bares, es decir una media de 2,8 por cada mil habitantes. Las provincias con más bares por cada 1.000 ciudadanos son: León,Salamanca, Zamora, Orense, Palencia, Segovia, Oviedo, Burgos, Palma de Mallorca y Ávila. Por municipios: Sallent de Galelgo (Huesca),Comillas (Cantabria), Peñíscola (Castellón), Noja (Cantabria), Potes (Cantabria), Portbou (Gerona), Tossa de Mar (Gerona), Benasque (Huesca), Cadaqués (gerona) y La Vall de Boi (Lérida).

Hay datos curioso como muestra un mapa interactivo donde descubrir el número de bares por habitante en los diferentes municipios (en www.cocacolaespana.es). Por ejemplo, Teruel cuenta con 23 municipios con bares situados a más de 1.400 metros de altura, convirtiéndose en la provincia con más bares a una mayor altitud.