El PSOE entierra en un año la quimera de Podemos de una eléctrica y un banco públicos
La formación morada insiste en sus sueños irrealizables en plena escalada de la luz, en niveles récord
Son sueños que le vienen de lejos. Años de insistencia, más aún desde que están en el Gobierno, pero con nulo éxito. Si de algo ha hecho bandera Unidas Podemos todo este tiempo en materia económica -más allá de su afán por gravar ... a las rentas altas- es de su deseo de intervenir directamente en ciertas actividades. En concreto, en la banca y la energía, dos sectores estratégicos que hace ya décadas que abandonaron los modelos estatales. Sin embargo, no ha triunfado en ninguno de sus intentos de ser un actor principal en ambos mercados mediante la creación de sendas empresas públicas. El PSOE, su socio de Gobierno, se ha encargado de enterrar lo que se ha demostrado una quimera.
La actualidad es clave en el ‘modus operandi’ de Podemos. Escogen a la perfección cuándo colocar sus mensajes a la opinión pública y presionar a sus socios. En enero de 2021, el precio de la electricidad escaló hasta los 60,17 euros de media el megavatio hora (MWh). Entonces, esto suponía duplicar las cifras de seis meses antes.
La formación morada se apresuró a pedir dos cosas, éxcluyentes entre sí: nacionalizar una eléctrica o crear una de capital público. Con Pablo Iglesias aún como vicepresidente segundo, con interlocución directa con Sánchez y ‘por encima’ en el escalafón en comparación a Nadia Calviño o Teresa Ribera, el ahínco por dar la batalla de las soluciones del ala socialista del Gobierno no fue enorme. Ribera, vicepresidenta cuarta entonces y ministra para la Transición Ecológica, dijo que no era una buena idea. Todo quedó ahí, porque en febrero el precio medio se redujo a menos de la mitad. Un respiro.
La evolución de los precios los siguientes meses hasta la actualidad es de sobra conocida. Estos días se ha marcado el enésimo récord en más de 152 euros MWh. El Ejecutivo tiene en mente un plan de choque, como lo llaman, para tratar de paliar el golpe en la factura de los consumidores... pero este se ve torpedeado por las continuas propuestas intervencionistas de Podemos. Alberto Garzón, Ione Belarra, Pablo Echenique... son multitud los altos cargos de la formación morada que han pedido topar los precios y crear una empresa pública. Incluso han presentado una proposición de ley para esto último.
Oposición socialista
El PSOE, en cambio, lo rechaza de pleno. Ambas opciones. Tanto por legislación como por convicción de que no es una solución, aunque Teresa Ribera haya coqueteado con la idea de una eléctrica pública. Fuentes socialistas señalan que estas ideas nunca han estado en su pensamiento, ni han firmado ningún compromiso para ello.
Podemos como grupo también se ha llevado un tibio tirón de orejas de su líder en el Gobierno , Yolanda Díaz, no por el fondo sino por las formas y en clave puramente política. Esta pidió a sus compañeros «cuidar la coalición», aunque de poco ha servido ya que apenas unos días después Belarra volvió a insistir en la idea.
La propuesta de la empresa pública de Podemos pasa por asumir las concesiones de centrales hidroeléctricas que vayan caducando e impulsar nuevas instalaciones de renovables. Algo que a corto y medio plazo no abarata la factura, ya que habría que esperar décadas a estas concesiones.
Calviño fusiona Bankia
El gran golpe socialista a la línea intervencionista de Podemos lo asestó Nadia Calviño, vicepresidenta económica, hace un año. Pactó con Isidro Fainé la absorción de la nacionalizada Bankia por parte de Caixabank y el sueño de la formación morada de tener una banca pública se desvaneció por completo.
Nacho Álvarez, pieza clave en los Presupuestos Generales del Estado por parte de Podemos, llegó a decir que la fusión era «preocupante» para la economía española. Finalmente, el Estado, a través del FROB, ha pasado de tener el 61,8% de un banco a ‘solo’ el 16,1% de otro. Deja de ser accionista de control.
En el programa de la formación morada siempre ha figurado alumbrar una banca pública. Con Bankia nacionalizada y el Instituto de Crédito Oficial (ICO) hubo momentos que Podemos lo vio cercano, utilizando a la primera como banco comercial y al segundo como banco de inversión.
Lo cierto es que, coincidiendo con la llegada de Podemos al Gobierno, Bankia se llegó a desplomar casi un 17% en Bolsa a principios de 2020, pre-Covid. Fuentes cercanas al consejo de administración de la ya extinta entidad señalan que las continuas amenazas de la formación entonces de Pablo Iglesias eran un problema a nivel interno porque condicionaban ciertas actuaciones, especialmente de cara al público . Y que el margen de maniobra se estrechaba cada vez que alguien hablaba. Aun así, fuentes financieras señalan que nunca llegaron a temer una intervención directa en la gestión de Bankia, es decir, que se la usara como banco público. A nivel interno estaban tranquilos porque eran conscientes de que nunca se llevaría eso a cabo.
La intención siempre ha sido vender la participación pública. Para ello hay de plazo hasta finales de 2023 y, tras integrarse en Caixabank, se ha revalorizado en parte el valor del porcentaje público, aunque las fuentes consultadas señalan que del rescate a Bankia se podrían llegar a perder unos 16.000 millones de euros finalmente.
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