«El proteccionismo en Iberoamérica es un error»
Entrevista con Benita Ferrero-Waldner, excomisaria de Comercio de la Unión Europea y presidenta de la Fundación Euroamérica
«El proteccionismo en Iberoamérica es un error»
Fue comisaria de Asuntos Exteriores de la Comisión Europea entre 2004 y 2005, antes de que existiera el cargo de Alto Representante, y después se encargó de la cartera de Comercio, donde estuvo hasta 2009. Y las tablas de tantos años de diplomácia se mantienen. ... Benita Ferrero- Waldner (Salzburgo, 1948) conoce en profundidad la realidad de los países iberoamericanos y ahora preside la Fundación Euroamérica. Esta austríaca rechaza el proteccionismo aplicado por Argentina sobre YPF y apunta a los Tratados de Libre Comercio como una medida necesaria para Iberoamérica en estos momentos.
—¿Qué le parecen los últimos movimientos proteccionistas contra empresas españolas en Iberoamérica?
—Es un error. Para mí solo hay una respuesta clara a favor del liberalismo. Justo en un momento tan complicado, tenemos que hacer todo para quitar barreras. Espero que el conflicto comercial con Argentina dé pie a un arbitraje, a un diálogo que pueda terminar el conflicto con la satisfacción de ambas partes. Durante los cinco años que estuve como comisaria de Asuntos Exteriores de la Unión Europea (UE) estuve en el proceso de negociación de los Tratados de Libre Comercio (TLC) con países de América Central, Perú y Colombia. Buenos ejemplos del modelo a seguir ya que el proteccionismo no sirve de nada.
—La decisión de Bolivia de expropiar la filial de Red Eléctrica en el país, ¿no supondrá un efecto de contagio al resto de la región?
—En general cada expropiación pone a una empresa que ha invertido en un país, en este caso Bolivia, en una situación complicada y algunas veces difícil. El principio de seguridad jurídica es muy importante, porque crea confianza y es la base de cada buena cooperación. Pero no debemos crear una alarma de contagio. Son escenarios distintos. El contagio o no, no sólo depende de la decisión política, también depende del nivel de interactuación del inversor. Lo esencial y realmente importante es la confianza y credibilidad que se debe establecer frente a los desafíos ante los que nos encontramos.
—La desaceleración que se da en las economías iberoamericanas, ¿hace que los riesgos de proteccionismo aumenten?
—En los momentos complicados siempre hay países que piensan que estas medidas son la solución. Y a veces funcionan a corto plazo, pero a medio y largo plazo donde siempre se desarrolla la economía, el efecto es el contrario. En la Comisión intentamos eliminar más barreras en cuestiones como reglamentación o estándares. Entre EE.UU. y Europa, por ejemplo, es muy complicado eliminar estas trabas: por un lado los europeos quieren mantenerse con sus estándares, y los norteamericanos con los suyos. Nunca es fácil pero es posible conseguir coordinación si hay voluntad política.
—¿Cómo observa la negociación del TLC entre la UE y el Mercosur?
—Es verdad que llevan estancadas muchísimo tiempo. Nosotros pusimos todo el esfuerzo ahí. Pero se notó que no había suficiente voluntad política, ni de parte de algunos países de Iberoamérica ni de la de algunos países de la Unión Europea. Había siempre una contraoferta que no era suficiente para el contrario. Ahora están intentando reactivar el proceso, pero sin resultado de momento.
— ¿Está consiguiendo la Alianza del Pacífico (bloque comercial integrado por México, Colombia, Perú y Chile), con sus TLC mayores cotas de integración que el Mercosur?
—Veo algo distinto en la Alianza, si bien sería deseable que su orientación, fuertemente asiática, también mirase hacia Europa.
—¿Cómo ve la situación económica del continente iberoamericano?
—Es excelente, sobre todo por el descenso en desigualdad social que ha traído consigo el buen estado de la actividad económica. Con más comercio, con más inversiones, hay más posibilidad de crecimiento de la economía y más trabajo que después beneficia al ciudadano.
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