El precio del petróleo supera los 100 dólares por primera vez en siete años tras la ofensiva de Putin

La guerra ha ahondado en una herida que lleva abierta todo el año. Desde que comenzó 2022, el Brent se ha disparado un 30%, convirtiendo así en un recuerdo lejano los 79,32 dólares con los que cerró 2021. Un ejercicio en el que, por cierto, ya se revalorizó un 54,5% debido a la reactivación de la economía tras el parón del coronavirus.

Mientras, los futuros del gas natural Henry Hub, de referencia en Estados Unidos, suben también más de un 6,5%, a 4,90 dólares por millón de unidades térmicas británicas, y los futuros holandeses TTF, de referencia en Europa suben hasta los 114 euros por megavatio-hora, cerca de un 30% .

Todo ello motivado por el papel estratégico que tienen Rusia y Ucrania en el sector energético. Los analistas aseguran ya que el conflicto podría generar un choque de demanda en Europa y un «mayor colapso en el abastecimiento para el resto del mundo», tal y como ha destacado Tamas Strickland del National Australia Bank en un informe recogido por la agencia AFP.

Tal y como ha informado ABC, un evento geopolítico adverso entre Rusia y Ucrania podría ininterrumpir materialmente el suministro de petróleo en unos 2,3 millones de barriles al día , «lo que empuja rápidamente el precio del petróleo hasta 150 dólares el barril, un 100% más sobre el precio promedio del cuarto trimestre de 2021», según han destacado los analistas de JP Morgan.

Algo similar ocurre con el gas. Rusia es el mayor exportador mundial de gas natural. La Unión Europea depende del gas ruso, ya que Rusia es su principal proveedor. De hecho, alrededor de un tercio del gas consumido en la UE se produce en ese país.

En 2018, el último año del que se dispone de cifras, Rusia representó por sí sola el 40,4% de las importaciones europeas de gas, muy por delante de Noruega, el segundo mayor proveedor (18,1%) y Argelia, el tercero (11,8%). Estos tres países representan además más de dos tercios de las importaciones de gas. Rusia es también el mayor exportador de petróleo y carbón a la Unión Europea.

Un cierre del grifo ruso, por tanto, reduciría notablemente las reservas de gas natural y petróleo en Europa . Si este extremo se produjera, España pasaría a tener un papel estratégico en el abastecimiento energético, que estaría asegurado gracias a los envíos de Estados Unidos y Qatar , que ya se han ofrecido a ayudar a la Unión Europea si fuese necesario.

España cuenta con seis plantas regasificadoras, instalaciones donde descargan los buques metaneros. Desde estas plantas, el gas sería llevado por la red hasta los gasoductos Euskadour (Guipúzcoa) y Larrau (Navarra) que cruzan los Pirineos hasta Francia. Allí enlazarían con la red francesa de gasoductos y, posteriormente, con la del resto de Europa.

«En este momento es imposible apostar por ningún escenario», indica Ipek Ozkardeskaya, analista de la compañía de inversiones SwissQuote, para quien «es el pánico en los mercados». «Sólo podemos seguir de cerca los últimos acontecimientos y estar preparados para más volatilidad», agregó en declaraciones recogidas por AFP.