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El precio de la luz en 2018 es el más caro desde hace nueve años

El aumento de la demanda por el calor y la falta de viento disparan la electricidad

Javier González Navarro

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Los precios de la electricidad en el mercado mayorista han seguido subiendo en julio y han alcanzado un nuevo récord anual. El precio medio ha sido de 61,88 euros el megavatio hora (MWh), según Omie, el gestor del mercado. Esto supone un incremento del 5,85% respecto al mes pasado y un 27,25% respecto a julio de 2017.

El precio medio anual es, al cierre de este mes, de 51,85 euros el MWh. Es un 2% más elevado que en el mismo periodo del año pasado y, además, es el precio medio más alto desde 2008. Si se mantiene esta tendencia, como prevén los expertos, 2018 registrará los segundos precios más caros en la última década.

Afortunadamente para los consumidores, este fuerte incremento de la electricidad no repercute totalmente en el recibo de la luz por la elevada tasa impositiva que tiene. Como los impuestos suponen casi el 60% del total de la factura, el aumento del precio en el mercado mayorista solo incide en el 40% restante.

Lo mismo sucede con el petróleo y los carburantes. Cuando sube el crudo, los combutibles lo hacen en menor porcentaje. Y cuando baja el petróleo, los precios de las gasolinas y del gasóleo descienden en menor medida. Es el conocido popularmente como «efecto pluma y efecto cohete».

La subida de la luz en julio responde principalmente a la llegada del calor y el consiguiente aumento del consumo por, sobre todo, los aires acondicionados.

Este aumento de la demanda ha coincidido con diversas anomalías en el mercado mayorista. Por un lado, la central nuclear de Vandellós II ha estado parada varios meses y, por otro, ha habido menos viento por el calor. Es decir, que tanto la generación eléctrica con energía nuclear como la eólica , que son, junto a la hidráulica, las más baratas, han visto mermado su porcentaje en el precio final.

Para responder a la mayor demanda y para compensar el descenso de la generación nuclear y eólica tienen que funcionar más horas las centrales de carbón y de gas, que son las que producen la electricidad más cara.

Además, ambos combustibles tiene actualmente unos precios muy altos. El carbón ha llegado a superar los 100 dólares la tonelada. Y para rizar el rizo, la cotización del CO2 también se ha disparado y se acerca a los 20 euros la tonelada cuando hace meses estaba a tan solo cinco euros.

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