Plan E.léctrico
Aprovechando la euforia del mayor incremento mensual de las matriculaciones de turismos, de los últimos meses, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, reunió en marzo en el Palacio de Congresos de Madrid a los más importantes ejecutivos de todos los sectores relacionados con las eléctricas, industria del motor e instituciones afines a ambos sectores. El motivo no era otro que presentar el documento de Estrategia Integral para el Impulso del Vehículo Eléctrico en España, lo que parece el paso definitivo del ministro Sebastián para sacar adelante su más preciado capricho, tras el fiasco de las bombillas ecológicas.
Cuando todos los fabricantes piden a gritos una prolongación del Plan 2000E de ayudas a la venta de coches el Gobierno anuncia un programa dotado con hasta 590 millones de euros para los próximos dos años, para la ayuda a la compra de coches eléctricos o híbridos enchufables. No es que los fabricantes de automóviles desdeñen estas ayudas, pero en las fotos que se publicaron sobre la «fiesta eléctrica del Gobierno», se veían mucho más contentos a los representantes de las eléctricas que a los ejecutivos del sector de automoción. Lo cierto es que los periodistas del motor nunca habíamos sido convocados en tantas ocasiones por empresas del sector eléctrico como ahora, que rara es la semana que no hay una o dos ruedas de prensa con el coche eléctrico como protagonista.
Con el plan anunciado quienes si deben frotarse las manos son los fabricantes que ya tienen oferta coches híbridos enchufables, como es el caso de Toyota que estos días presenta el nuevo Prius, que podrá acogerse al Plan. La verdad es que entre acceder a una subvención de 6.000 euros por un cochecito eléctrico de autonomía limitada, que seguirá siendo caro después de la ayuda y obtener una rebaja de la misma cantidad por un coche de verdad, sin limitación de kilometraje, es para no pensárselo.
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