Suscribete a
ABC Premium

El pequeño comercio pide oxígeno y se asoma al escaparate digital para liquidar sus grandes males

El sector, que ya ha perdido casi 70.000 negocios en una década, reclama apoyo fiscal y financiero para sortear la crisis, mientras afronta el salto tecnológico pendiente

Laura Montero Carretero

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Desde que a mediados de marzo tuvieron que cerrar a cal y canto por las medidas de confinamiento decretadas, los pequeños comercios viven instalados en una situación de crisis sin precedentes que pone en riesgo la supervivencia de un gran número de ellos ... y amenaza con la destrucción de miles de empleos a corto y medio plazo. Los casi dos meses de parálisis han provocado una combinación fatal: mientras que los ingresos se han estancado, estos negocios han tenido que seguir haciendo frente a los costes fijos, lo que sitúa en la cuerda floja a aquellos a los que la irrupción de la pandemia les hubiera sorprendido en una posición financiera más débil o a los que no hayan podido compensar la ausencia de venta física con el canal online. El batacazo ha sido importante. Las ventas del comercio minorista registraron en abril un desplome interanual del 31,5%, el mayor de toda la serie histórica , y del 20,2% en mayo, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Y el empleo de las empresas unilocalizadas –realizan su actividad comercial a través de un único local– se anotó una caída interanual del 1,5% en marzo y del 3,1% en abril.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia