La parada técnica de tres nucleares presiona al alza el precio de la electricidad

Estas paradas, programadas desde hace muchos meses, presionan al alza los precios de la electricidad en el mercado mayorista, ya que la generación eléctrica de estas centrales es la más barata del ‘mix’. Además, el vacío que generan estas paradas será cubierto en gran medida por las centrales de ciclo combinado de gas, cuya generación es la más cara.

Hay que recordar que los siete reactores nucleares que funcionan en nuestro país son los que más electricidad producen de todas las tecnología, aproximadamente el 22% del total, seguida de la eólica y el gas.

Casualmente, estas paradas se producen en un momento en el que los precios de la electricidad rondan los 200 euros el megavatio (MWh), cinco veces más que hace un año. El objetivo de las paradas de recarga es sustituir el combustible gastado, aproximadamente un tercio de todo el combustible del núcleo del reactor, por otro nuevo, almacenar en piscinas el que se retira y recolocar en otras posiciones dentro del núcleo los dos tercios del combustible que permanece, para optimizar el grado de quemado o consumo del mismo.

Durante la parada, «también se realiza el mantenimiento correctivo, preventivo, conservativo y modificativo de los equipos, sistemas y componentes que corresponda, y que no se puede llevar a cabo durante la operación normal de la central», según explican desde el Foro de la Industria Nuclear.

En función de las características de cada central, el tiempo entre cada parada de recarga es habitualmente de 12, 18 o 24 meses.

La parada de recarga tiene una duración media de 30 días. Almaraz I y II paran cada 18 meses, así como Ascó I y II y Vandellós II (Tarragona). Cofrentes lo hace cada 24 meses y Trillo (Guadalajara) recarga combustible cada 12 meses.

En el caso actual de Ascó I, se trata de su 28ª recarga de combustible, en la que trabajan un millar de personas más de la plantilla habitual.

Para el conjunto del parque nuclear español, y teniendo en cuenta que se realizan de media al año cinco paradas de recarga y que en cada una de ellas se sustituyen unos 60 elementos combustibles de unos 500 kilos de uranio cada uno, se puede decir que las centrales nucleares gastan unas 150 toneladas de uranio al año, según fuentes del Foro Nuclear.