Los otros frentes del Gobierno con el IVA: gel hidroalcohólico, azúcar y pescado

En cualquier caso, el de las mascarillas es solo uno de los frentes abiertos por el Gobierno en lo referente al IVA : La Moncloa tiene que enfrentarse también a una importante oposición del sector azucarero, la Junta de Castilla y León, decenas de municipios de castellano leoneses y los principales partidos políticos de esa comunidad autónoma, incluido el PSOE local, a su pretensión de elevar el IVA a las bebidas azucaradas y edulcorantes del 10 al 21%, para lograr una recaudación de unos 400 millones de euros anuales . De igual modo, colectivos como los farmacéuticos o el Defensor del Pueblo en funciones, el histórico dirigente socialista Francisco Fernández Marugan, exigen al Ejecutivo que revise a la baja el IVA de los geles hidroalcohólicos, que se encuentra en el 21%. Al respecto, el presidente de la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (FEFE), Luis María de Palacio, calificó esta situación de «barbaridad» y recriminó «que se esté jugando a precios de derribo».

En cualquier caso, De Palacio advirtió de que «los márgenes empiezan a ser inferiores a los que la Administración tiene por poner el IVA» , y apuntó que «el sobreabastecimiento en los mercados es lo que hace bajar los precios». Por su parte, el Parlamento de Galicia aprobó pedir al Gobierno que se rebaje el IVA de este producto del 21% al 4%.

Asimismo, desde la patronal pesquera Cepesca (Confederación Española de Pesca) se insistió hace unas semanas en una reivindicación histórica: la rebaja del 10% al 4% del IVA para los mariscos y otros productos del mar. Todo ello, argumentan desde Cepesca, en línea con lo que sucede con otros productos básicos en la dieta mediterránea como el pan, las harinas, la leche, los quesos o el huevo. En este sentido, recuerdan que en Irlanda los productos pesqueros tienen un IVA del 4% o del 5% en países como Francia, Chipre o Luxemburgo. Además creen que esta medida ayudaría a incrementar el consumo de este tipo de alimentos y serviría para aliviar el fuerte impacto de la pandemia sobre las ventas por el cierre parcial de la hostelería.

Las reivindicaciones alrededor de este impuesto, establecido tras la entrada de España en la Unión Europea (UE) en 1986 en sustitución del viejo Impuesto sobre el Tráfico de Empresas, se van acumulando en la mesa del Gobierno : el sector juguetero pidió en mayo de este año un IVA reducido -actualmente están gravados al 21%- para los juguetes, así como la declaración oficial del Día del Niño en España el 26 de abril. Ambas medidas incluidas dentro de las propuestas a medio plazo, para ayudar a reactivar este mercado y dinamizar la demanda en el mismo.

Para José Antonio Pastor, presidente de la AEFJ (Asociación Española de Fabricantes de Juguetes), «una reducción del tipo de IVA aplicable a los juguetes sería un motor para todo el sector, fomentaría el consumo y constituiría un incentivo y ayuda para todas las familias con niños» . En este sentido, recuerda que «el juego es un derecho fundamental del niño contemplado por Naciones Unidos», y pide que sea declarado esencial como en Italia durante la época navideña (que concentra el 70% de las ventas del año).

El sector azucarero está dispuesto a repetir el éxito logrado por los ayuntamientos. Si la semana pasada presentó un manifiesto oponiéndose a la subida del IVA a las bebidas azucaradas en el proyecto de Presupuestos, la batalla llegará en los próximos días al Congreso en forma de enmienda del Partido Popular. Además, ayer, en la reunión de la Conferencia Sectorial de Agricultura, el consejero de Agricultura de Castilla y León, Jesús Julio Carnero, reclamó al ministro del ramo Luis Planas que el Gobierno retire la subida del IVA al azúcar.

Por su parte la portavoz popular de Agricultura en el Congreso, Milagros Alonso, se hizo eco de los cálculos de la patronal FIAB que estima que esta subida impositiva supondrá unas pérdidas de 334 millones de euros . Además, Alonso destacó que esta alza del IVA afectaría «a los hogares con menos renta» ya que también tendría repercusión sobre los precios de los zumos o lácteos, entre otros.