Ordóñez exige a Bankia cambiar a los gestores y un plan de desinversiones
La entidad hará una primera emisión de bonos convertibles de 500 millones, que comprará el FROB
maría jesús pérez/yolanda gómez
Los números de Bankia siguen sin convencer y el Banco de España, a instancias del Gobierno de Mariano Rajoy, ha dado un ultimátum a la entidad que preside Rodrigo Rato. En unos pocos días debe presentar un plan estricto de desinversiones y profesionalizar ... la gestión de la entidad, sobre todo del Banco Financiero y de Ahorros (BFA), lo que supondrá cambiar a la cúpula gestora del banco, que podría incluir el nombramiento de un nuevo consejero delegado.
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Estas medidas serían adicionales a las ya presentadas por Bankia a finales de marzo, para cumplir con el decreto De Guindos, un plan en el que la entidad seguiría en solitario y que fue aprobado por el propio Banco de España. No obstante, el regulador, sin señalar con el dedo a ninguna entidad, advirtió de que había exigido medidas extra a algunos bancos y cajas. Más explícito fue unos días después el Fondo Monetario Internacional (FMI) que, dirigiéndose a Bankia, sin nombrarla específicamente, destacó que tenía que tomar medidas rápidas y decisivas para fortalecer su balance y mejorar su gestión y su gobierno corporativo. Receta que el Ejecutivo de Rajoy y el Banco de España se han tomado al pie de la letra.
Captar capital
Entre las medidas para captar capital —que es el gran problema de la entidad junto a los activos problemáticos ligados al ladrillo de más de 30.000 millones de euros—, Bankia hará una primera emisión de bonos convertibles contingentes (los conocidos como «cocos») por valor de 500 millones de euros que después comprará el Estado a través del FROB.
La reforma financiera prevé la posibilidad de utilizar esta fórmula de apoyo público para incentivar las fusiones entre entidades. Aunque Bankia no prevé otro proceso de fusión adicional, la entidad integrará a Banco Financiero (BFA), según ha comunicado al auditor. La ley contempla que se podrá hacer uso de esta vía siempre y cuando se argumente la excepcionalidad de la situación.
Fuentes financieras aseguran que, a pesar de las reticencias de Rato, no tendrá más remedio que cambiar a su equipo directivo, del que forman parte antiguos colaboradores suyos del Ministerio de Economía de la era Aznar, y ejecutivos nombrados a propuesta de la Generalitat valenciana, producto de la fusión con Bancaja.
Aunque en el aire corría el rumor de una posible intervención, está opción está prácticamente descartada dado el enorme tamaño de Bankia, considerada sistémica, y cuya nacionalización sería inasumible.
La entidad ya ha empezado a realizar algunas desinversiones fuera del país, que consideraba no estratégicas, y quiere seguir por ese camino. Pero ahora el Banco de España habla de un plan «estricto» de desinversiones, lo que podría afectar también a ventas de participaciones dentro del país, hasta ahora consideradas estratégicas por el equipo de Rato y, por tanto, intocables.
Bankia posee aún participaciones industriales en varias entidades como Mapfre (14,99%), Indra (20,13%), BISA (69,98%), Iberdrola (5,35%), NH (5,66%), Banco de Valencia (27,5%), IAG (12,1%), NH Hoteles (10,1%), Grupo SOS–Deóleo (18,6%), Realia (27,7%) y Metrovacesa (19,1%).
Y tras Bankia, el Ministerio de Economía quiere solucionar la situación de los otros cuatro bancos medianos integrados por cajas. El Gobierno se comprometió en Barcelona con el BCE a forzar fusiones de a dos, o incluso a cuatro bandas, entre BMN, Liberbank, Ibercaja y Unicaja. Y se mostró incluso dispuesto a intervenir estas entidades en caso de que no se fusionen de forma inmediata.
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