El BCE observa «en la sombra» cómo la CNMV actúa contra la especulación
Tras diecinueve semanas sin comprar de deuda de los países periféricos, el regulador se mantiene impasible a las llamadas de auxilio del Gobierno español
El BCE observa «en la sombra» cómo la CNMV actúa contra la especulación
La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) prohibió ayer durante tres meses la realización de operaciones en corto en los mercados financieros, para apaciguar la extrema volatilidad que atraviesan.
Práctica habitual de los «hedge funds», las ventas en corto son una actividad ... bursátil en la que se toman prestadas acciones a un tercero tras lo cual se las venden a otros, confiando en que su precio bajará —emiten informes forzando la caída— para luego volverlos a recomprar más baratos. Si el precio se vuelve en contra de la operación aumentando de valor, el inversor perderá dinero. La CNMV ya prohibió las posiciones cortas entre agosto de 2011 y febrero de este año.
Pese a los evidentes esfuerzos que está realizando España, con una empatía y diligencia a los «consejos» bruselenses propia del sudor y las lágrimas del alumno aplicado, la prima de riesgo se encuentra en niveles insostenibles. Con una tendencia al alza que parece perpetua.
Como consecuencia de esta desconfianza sobre la solvencia del país, a éste le cuesta un enorme esfuerzo económico financiarse. No en vano, el Gobierno ha incrementado el techo del gasto público para 2013 un 9,2% para pagar, además de los subsidios por desempleo, los intereses de la deuda. Todo en época de fuertes ajustes en la economía española, en la sociedad; de ahí la necesidad moral de contener esta situación lo antes posible .
Hace pocos días, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi , respondió en una entrevista en «Le Monde» que la institución que dirige « no está para resolver los problemas financieros de los estados ».
Un reclamo insistente
Desde que la recesión ha hecho que la prima de riesgo española se disparara —mientras el bund alemán se abarata— los estados periféricos claman para que el BCE actúe como lo hace la Reserva Federal o el Banco de Inglaterra: que los proteja de los especuladores . Opción que lamentablemente no contemplan los estatutos del banco.
Desde el Gobierno, el propio ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Margallo , estalló la pasada semana tildando al BCE de «banco clandestino, que no está haciendo nada para parar el incendio de la deuda pública», o González Pons, que achaca a los movimientos de los especuladores —«que anticipan y cruzan apuestas sobre lo que creen que va a pasar»— la situación desbocada de la prima de riesgo. Y cambiando de acera, el ministro francés de Exteriores, el socialista Laurent Fabius, en su visita a Madrid la semana pasada, defendía lo mismo, que el BCE actúe «con cierta flexibilidad» para «cortar la especulación» contra la deuda soberana española, «aunque haya reglas y tratados». Son solo algunos de los muchos ejemplos.
Pero el asunto —o el drama— es que legalmente no puede. Para controlar esta situación que se desmadraba, la CNMV ha tenido que vetar las operaciones de los especuladores financieros durante los próximos tres meses. Una decisión con efecto inmediato. Desde su anuncio, cuando el Ibex caía cinco puntos, el retroceso se amortiguó a -1,1 al final de la jornada. En Italia también han prohibido estas operaciones durante una semana.
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