El número de millonarios en España se dispara un 76% desde 2008

Desde 2017 a 2018, sin embargo, el número de millonarios en España se ha mantenido prácticamente invariable (224.200 frente a 224.300), lo que supone un incremento por debajo del 0,1%.

De este modo, España ocupa la decimocuarta posición en la clasificación mundial en cuanto a población millonaria , por detrás de países como La India (256.000) y Corea del Sur (235.000) y por delante de otros como Rusia (200.000) y Arabia Saudí (191.000). En el ránking europeo, nuestro país está en séptimo lugar, situándose por detrás de Alemania, Francia, Reino Unido, Suiza, Italia y Países Bajos y superando a Noruega y Suecia.

La riqueza acumulada por los grandes patrimonios en España también ha experimentado un notable incremento desde 2008, cuando era de 368.5000 millones de dólares, hasta 2018, año en que ascendía hasta los 637.3000 millones. Al igual que ocurría con el número de millonarios, el patrimonio de estas grandes fortunas, a nivel nacional, cerró 2018 con una cifra muy similar a la de 2017 (653.200 millones de dólares).

El estudio revela que el efectivo ha sido el activo más utilizado como inversión en 2018 en España, ya que representa un 27,1% del patrimonio financiero de las grandes fortunas. Por su parte, las acciones ocuparon la segunda posición, con un 24,3%. Las inversiones inmobiliarias llegaron al 18,2%, mientras que los bonos supusieron el 16,7%. Las inversiones alternativas son las que presentan un menor porcentaje, con un 13,7% del total.

A nivel global el informe elaborado por Capgemini también destaca que, por primera vez en siete años, el patrimonio de las grandes fortunas ha caído durante el año pasado. En concreto, un 3% pasando de 701.681.000.000 millones de dólares en 2017 a 681.015.000.000 millones en 2018. Esto representa un retroceso de 20.666.000.000 millones de dólares, sobre todo en el área de Asia-Pacífico, que concentra la mitad de esta caída –especialmente a causa de China– y que ha visto reducida también su población de millonarios en un 2%.

No solo en el continente asiático ha disminuido el patrimonio de las grandes fortunas. Por ejemplo, en Iberoamérica ha caído un 4%, en Europa un 3% y en América del Norte un 1%. En cambio, en Oriente Medio se ha producido el fenómeno opuesto: la riqueza ha crecido un 4% y el número de millonarios ha aumentado un 6%, lo que los autores del informe han atribuido al crecimiento económico y a la evolución de los mercados financieros.

En paralelo también ha disminuido el número de millonarios , algo que no había sucedido en una década: en 2017 había 18.083.100 de millonarios por 18.023.200 estimados a cierre del año pasado. Como el año pasado, el mayor número de millonarios se concentra en países como Estados Unidos (5.321.700), Japón (3.150.500), Alemania (1.350.000) y China (1.189.000). Estas cuatro grandes potencias agrupan al 61% de la población mundial de grandes fortunas que supera ligeramente los 18 millones de personas. España, tal como se ha mencionado arriba, queda en el décimocuarto lugar con 224.300 millonarios.

Respecto al colectivo de ultrarricos –aquellos que poseen fortunas superiores a los 30 millones de dólares para invertir–, su número se ha reducido en un 4% así como su riqueza, que ha retrocedido también un 6%. Estas pérdidas representan la inmensa mayoría de la caída del patrimonio registrado por las grandes fortunas en 2018 en relación al año anterior. Mientras que la restante pérdida de riqueza se reparte en su mayor parte entre los considerados «millonarios de nivel medio» (con fortunas de entre 5 y 30 millones de dólares) que vieron su patrimonio menguar un 2,6% por el 0,5% de los millonarios de menor entidad –con fortunas de entre 1 y 5 millones de dólares– y que representan el 90% de este colectivo.

Pero, ¿a qué destinan esta fortuna? Tal y como sucede con los millonarios españoles, a nivel global, el efectivo sigue siendo el destino más importante para ese patrimonio (el 27,9%) seguido por la renta fija (acciones), con un 25,7%; los bonos, con un 17,6%; los activos inmobiliarios (15,8%) y las inversiones alternativas, especialmente, las de carácter ecológico.