La CE niega que esté preparando un plan de rescate para España «porque no lo necesita»

Al mismo tiempo se mostró sorprendido por el hecho de que unas simples especulaciones sobre este asunto hayan llegado a los mercados e, incluso, a la prensa seria. Rehn ha vuelto a explicar que España no tiene nada que ver con Grecia ya que este último país es un caso muy particular, que ha perdido la confianza de los inversores fruto de los años de falsificar las estadísticas.

En todo caso, y en previsión de lo que pueda pasar, la Comisión Europea reconoce que puede haber un efecto contagio de Grecia a otros países del Mediterráneo por lo que “hay que poner cortafuegos para evitar que haya un auténtico incendio forestal”, lo que pasa por cumplir con las medidas de consolidación fiscal y reducción del gasto comprometidas.

Por otra parte, y ya en clave de datos y no de especulaciones, la Comisión Europea prevé que la economía española se contraiga este año un 0,4%, lo que supone una leve mejoría respecto al pronóstico realizado en otoño, que situaba el descenso en un 0,8%. Sin embargo, y pese a este dato que supone una menor caída de la prevista, el déficit público se situará este año en el 9,8% del PIB, lo que supone una mejora de tres décimas respecto a la última previsión de Bruselas.

En materia de empleo, sin embargo, la situación seguirá siendo mala en el caso de España ya que el paro seguirá subiendo este año y el próximo hasta alcanzar en 2011 al 19,8% de la población activa, frente al 10% de la media de la Eurozona.

Con el crecimiento económico previsto para España en 2011, de tan sólo un 0,8% frente al 1,5% que crecerá la Eurozona, nuestro país seguirá siendo incapaz de crear empleo, con lo que el desempleo amenaza con perpetuarse, según los expertos.

En cuanto a recomendaciones el Ejecutivo comunitario pidió al Gobierno español que acelere la reforma del mercado laboral, de tal modo que se pueda reducir el paro de largo duración y se pueda dinamizar la actividad económica en general.

Al mismo tiempo Bruselas advierte al Gobierno que cualquier retraso en el plan de consolidación fiscal puede dañar la confianza en el país, tanto dentro como fuera de las fronteras, lo que podría perjudicar a la muy incipiente recuperación.