Nace entre críticas y dudas Enarsa, el nuevo grupo energético estatal argentino
Néstor Kirchner se ha salido con la suya y su Gobierno va a constituir un -en teoría- gran grupo energético con mayoría de capital estatal
BUENOS AIRES. El Senado argentino dio luz verde la pasada madrugada a la petrolera estatal Enarsa. Iniciativa del Gobierno nacionalista de Néstor Kirchner, la nueva empresa tiene como objetivo intervenir en el mercado y participar de toda la cadena de exploración, producción, distribución, transporte y ... venta de hidrocarburos.
Después de varias modificaciones en la Cámara de Diputados, el proyecto fue aprobado en la Cámara Alta por 44 votos a favor, del oficialista Partido Justicialista, dos en contra de aliados disconformes, y 15 abstenciones de los senadores de la oposición de la Unión Cívica Radical (UCR). De este modo la empresa Enarsa, (Energía Argentina Sociedad Anónima) pasó a constituirse, en potencia, como un competidor o socio, depende de la situación, de firmas tradicionales como la española Repsol YPF.
El 35% saldrá a bolsa
La actividad de la nueva compañía, la primera creada desde cero por el Estado en 37 años, abarca todas las ramas del sector energético: petróleo, gas, electricidad, energía nuclear e hidrógeno. El 53% de las acciones estarán en manos del Estado, un 12% bajo el control de las provincias argentinas y un 35% saldrá a bolsa. Por ley, recibirá la titularidad de todas las áreas marítimas de petroleo y gas.
Con recelos sobre su futuro y aprobada su creación en un momento en el que el barril de petroleo bate récords y las compañías del sector se quejan de las retencias a las exportaciones que les aplica el Gobierno, Enarsa genera incertidumbre, críticas y el temor de que pueda convertirse en una empresa deficitaria como lo fue YPF cuando estaba en manos del Estado. «Aparece con atributos que le permite vender desde garrafas hasta construir centrales hidroeléctricas (...) El sistema de intervención estatal ya lo tuvimos y no funcionó», aseguró Emilio Apud, ex responsable de Energía en 2001. «Es una cáscara, un esqueleto de apenas 10 ó 12 artículos, con más dudas que certezas (...) No está todavía clara», matizó Jorge Lapeña, ex secretario de Energía del Gobierno de Alfonsín y actual presidente del Instituto Argentino de la Energía General Mosconi, que destacó la «pobreza» del proyecto y la ausencia de «marco regulatorio» adecuado. El ex funcionario sugirió que antes de avanzar de manera apresurada en este proyecto debían sacar adelante una nueva ley de hidrocarburos.
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