Un ministro italiano califica de «estafa colosal sin justificación» el precio de la gasolina y los carburantes

Para desactivar la «estafa colosal» , el ministro considera que se debe establecer un frente europeo para concretar los precios del gas y fijar un precio máximo , limitando así el daño a empresas y ciudadanos, que ven el precio del combustible imparable. Por el momento, un litro de gasolina cuesta hoy en Italia 2,268 euros, prácticamente igual que el gasóleo: 2,262 euros/litro.

«Es necesario -explica el ministro Cingolani- fijar un precio máximo más allá del cual no puedan ir los operadores europeos, es fundamental. Cualquiera que exporte gas no puede hacer sus cuentas sin Europa: necesitamos un techo para el precio del gas, un coste atractivo para no hundir el mercado; podemos discutir en torno a una cifra de 80 euros megavatio/hora que ya es el doble de lo que pagábamos hace un año».

Para el ministro de Transición Ecológica, los combustibles cuestan más porque hay nerviosismo en el mercado , pero no existe ninguna motivación que justifique los precios actuales: «No hay ningún motivo para que suba el precio del gas. Al contrario. En estos días, fluye abundantemente de todos los gasoductos, incluidos los rusos, en una medida aún mayor que hace años. En comparación con hace un tiempo, cuesta más porque hay nerviosismo en el mercado». «El costo de extraer el gas es siempre el mismo -añade el ministro- y no hay razón para venderlo 10 veces más caro. Así que si ponemos un tope e intervenimos con urgencia, detenemos esta espiral especulativa».

El ministro italiano precisó también lo que Europa está pagando por el gas ruso : «En los últimos días, toda Europa hemos dado de media a Rusia casi 1.000 millones de euros diarios por la compra. Es quizás más que el coste de la guerra que Putin lleva a cabo».

Las declaraciones del ministro Cingolani sobre los precios de los carburantes han causado un cierto terremoto, porque su ataque se dirige directamente, sin citarlas, a las empresas petroleras , incluidas algunas en las que el Estado es accionista, como Eni. Su denuncia es grave porque emplear el término «estafa» supone una ilegalidad, es decir, habría un delito que consiste en causar un daño patrimonial a ciudadanos y empresas mediante engaño con ánimo de lucro. De ahí que el líder de Europa Verde, Angelo Bonelli, haya pedido al ministro que presente una denuncia: «Cingolani es ministro y como la estafa es un delito tiene el deber de denunciar a las autoridades judiciales las violaciones del código penal de las que tenga conocimiento».

Horas después, el ministro de Transición Ecológica, sin desmentir la cuestión de fondo, es decir, la locura del aumento de precios, habla de especulación , en lugar de estafa, y explica: «Hablando de especulaciones en el mercado, el ministro se refería al precio del crudo y del gas, que está aumentando exponencialmente a pesar de que no existen problemas de abastecimiento». En definitiva, el ministro sustituye la palabra «estafa» y emplea el término especulación teniendo en cuenta la oferta y la demanda, la clásica ley del mercado.

En la misma línea que el ministro Cingolani, sobre la necesidad de imponer un precio máximo al gas, se había expresado horas antes el primer ministro, Mario Draghi, quien en Versailles dijo textualmente: «Se debe introducir un tope en los precios del gas. Este es un tema muy complejo, creo que puede tener algún efecto importante. Tanto es así que desde que empezamos a hablar de esto, quizás sea una coincidencia, el precio del gas ha bajado mucho: de más de 200 euros a unos 116 euros en la actualidad. La Comisión, creo que en el próximo Consejo Europeo, presentará un informe más general sobre cómo reducir el contagio del (precio) gas al resto de la electricidad».

El primer ministro italiano explicó también por qué la factura de la electricidad está por las nubes: «Hay que separar el mercado de la electricidad producida a partir de fuentes renovables del mercado del gas. Hoy solo hay un precio, por lo que incluso la electricidad producida a muy bajo coste -como la que produce la energía procedente de muchas fuentes renovables- llega al consumidor a un precio igual al que se produce con gas. Esta es la principal causa del aumento de las facturas», explicó Draghi.

El expresidente del BCE se refirió también a la carga fiscal a las ganancias de las eléctricas: «Sobre la tributación de los beneficios extraordinarios de las empresas eléctricas, es muy importante que la Comisión Europea lo reconociera en su comunicación de hace unos días. La Comisión estima que a través de la tributación de los beneficios obtenidos por las empresas eléctric as, se pueden lograr unos ingresos de alrededor de 200.000 millones de euros. Así que sin duda es una fuente para mirar con mucha atención. Llevo mucho tiempo diciendo esto, pero ahora está llegando la opinión positiva de la Comisión Europea y, por lo que he oído, muchos países miembros están pensando en seguir este camino».

Para afrontar la subida de precios , Mario Draghi ha prometido una serie de medidas, entre ellas una ayuda de 16.000 millones de euros para a familias y empresas; además, “hemos previsto la eliminación (en la factura) de los cargos del sistema para los usuarios domésticos de electricidad y para las empresas, y la reducción del IVA al 5 por ciento para los usuarios de gas”.