Dos metros de distancia y pago con tarjeta en la apertura de comercios
El sector denuncia que carece del material de seguridad que le exige el Gobierno, que hoy analiza su inninente desescalada
La parálisis de la economía dejará muchas empresas en el camino y el empleo se resentirá hasta niveles aún desconocidos. Ahora, un mes después de decretar el parón, el Ejecutivo comienza un plan de desescalada que deberá devolver a España poco a poco ... a la normalidad. Y ello pasa por la tímida apertura de los comercios, muchos de ellos regentados por autónomos, uno de los colectivos más sensibles a los vaivenes de la economía y que más está sufriendo en esta crisis sanitaria. El pequeño comercio asegura que el 30% de los establecimientos están abocados al cierre , y la patronal de las grandes superficies Anged prevé una pérdida de ingresos de 25.000 millones de euros este año.
Establecer aforos máximos, retirar los productos de prueba, desinfectar todos los días los locales, realizar controles diarios de temperatura y suprimir los pagos en efectivo son algunas de las medidas de prevención que ha planteado el Gobierno al sector minorista para organizar su reapertura. El plan, al que ha tenido acceso ABC, ha sido elaborado por los ministerios de Industria y de Sanidad y recoge tanto recomendaciones generales como protocolos para sectores comerciales concretos, como alimentación, joyerías, ópticas y textil.
Para este último, el Ejecutivo exige cerrar al menos la mitad de los probadores de las tiendas de ropa y «poner en cuarentena» las prendas probadas por los clientes durante al menos 48 horas. Para las actividades relacionadas con la alimentación, pide «proteger en vitrinas, plástico, cristal, metacrilato o cualquier otro material» los productos. Y en el caso de las joyerías, plantea limpiar los productos con alcohol de 70 grados o al menos agua oxigenada. También reclama extremar las medidas de prevención en las ópticas y utilizar siempre guantes desechables en las gasolineras.
En términos generales, el plan desgrana una amplia batería de medidas encaminadas a minimizar el contacto entre el vendedor y sus proveedores o clientes. Además, las empresas deberán proporcionar material sanitario a sus trabajadores, mandar a casa a los empleados que pertenezcan a grupos de riesgo y «elaborar y aplicar» un protocolo de actuación en caso de detección de posibles personas infectadas o de personas que hayan estado en contacto con las primeras.
El Gobierno remitió su plan la semana pasada al sector, que ayer transmitió su respuesta. Fuentes empresariales explican a este periódico que si bien la guía ha sido «bien acogida» , no se entiende que el Ejecutivo exija material sanitario a los comercios sin apenas facilitar mascarillas y guantes. «Reforzar la seguridad va a ser complicado, al menos en un principio, porque todavía existe un gran desabastecimiento y el acceso a estos productos está siendo muy costoso», explican desde una patronal del sector. El Ejecutivo ya dejó en manos de las empresas la distribución de estos productos en la guía que elaboró el Ministerio de Sanidad para gestionar la reapertura de las actividades no esenciales producida el pasado 9 de abril.
Progresivo y por regiones
En el caso del comercio, la reapertura se producirá de forma inminente. Hoy, el Consejo de Ministros debatirá la aprobación de un calendario concreto, que según ha podido saber ABC pasaría por comenzar la desescalada el próximo 9 de mayo . En el sector minorista inciden en la necesidad de que esta vuelta a la normalidad se produzca «de forma progresiva» y por territorios. La Confederación Española de Comercio ha propuesto abrir establecimientos de hasta 400 metros primero para evitar aglomeraciones.
Ayer, el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, reprochó al Gobierno «la ineficacia» en la gestión de los recursos y materiales de protección necesarios frente al coronavirus, lo que ha provocado «parte del retraso» en el desconfinamiento, dijo. En una entrevista en Canal Sur Radio, explicó que las empresas han sido «más eficientes que el propio Gobierno» en traer los equipos de protección individual (EPI) y que «se podía haber levantado parte del estado de alarma si hubiéramos tenido EPI» . «Es importante que se empiecen a poner sobre la mesa cifras, fechas y protocolos de apertura para la desescalada, de manera que cada uno sepa actuar en su negocio y su trabajo», concluyó.
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