La «agenda de crecimiento» para la UE de Merkel, entre la recuperación y el futuro de Francia

Con estas palabras ponía así nombre a uno de los pilares con los que pretende fomentar la recuperación de la zona euro tras admitir que el pacto fiscal, por sí solo, es insuficiente. Eso sí, pese a ello, se mantiene firme en la idea que viene defendiendo hasta el momento: es necesaria una política financiera sólida pero no hay que renegociar esta disciplina presupuestaria acordada por 25 de los 27 estados miembros el pasado mes de diciembre.

Así, en declaraciones a la emisora pública de radio NDR, ha asegurado que con un pacto para el crecimiento se puede complementar y fortalecer el fiscal .

Es la argumentación que ha expuesto la canciller para dar forma a una «agenda de crecimiento» que deberá estar lista para la cumbre de jefes de Estado y Gobierno de la UE que se celebra el próximo mes de junio.

Sin embargo, su propuesta no es del todo nueva ya que se suma a la voz de muchos países miembros que lo llevan pidiendo desde hace tiempo para que se refuerce el BEI y que se puedan usar de manera más flexible los fondos de infraestructuras de la UE para ayudar a estimular el crecimiento económico en Europa.

Pero, además, de un lado, detrás de sus palabras también hay un nuevo énfasis alemán para complementar los dolorosos aumentos de impuestos y recortes de gastos que han generado un enérgico rechazo político y popular contra la austeridad en la zona euro.

Del otro, hay una clave política que se vincula con el futuro francés . Con su cambio de retórica responde también a la elevada probabilidad de que el candidato socialista François Hollande gane la segunda vuelta presidencial francesa el 6 de mayo. Hollande ha criticado el empeño de Merkel en los recortes presupuestarios y reformas estructurales y ha defendido la reforma del pacto fiscal .

De hecho, la canciller insiste en que trabajará «bien con el presidente que salga elegido en Francia» pese a que, frente a Hollande, no cede en su propuesta de renegociar el pacto fiscal aunque es cierto que este ha dado marcha atrás de anteriores llamamientos a reabrir ese pacto fiscal o realizar cambios en el mandato del Banco Central Europeo (BCE), otro tabú de Berlín.

La semana pasada, el comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, propuso aumentar el capital del BEI , el brazo inversor de la UE, en 10.000 millones de euros, señalando a la agencia Reuters que esto elevaría la capacidad de préstamo del banco en 60.000 millones y tendría un impacto en inversiones total de 180.000 millones de euros.

Los ministros de Finanzas de la UE tienen previsto discutir el tema del BEI en su próxima reunión prevista a mediados de mayo.

Merkel respaldó un uso más flexible de «fondos estructurales» de la Unión Europea destinados a infraestructuras, formación y otras área s, diciendo que podrían dar un impulso a pequeñas y medianas empresas.

Con todo, el pasado jueves el presidente de la Unión Europea, Herman Van Rompuy, aseguraba la posibilidad de convocarse una reunión de Jefes de Estado y de Gobierno europeos antes de la cumbre prevista para el 28 y 29 de junio. En esta cumbre extraordinaria, se podrían empezar a definir una estrategia de crecimiento.