El mercado pide tranquilidad ante la nueva mutación del coronavirus
El fin de curso se suele caracterizar por una baja negociación y cierta volatilidad. En el año del Covid, esto se traduce en una sobrerreacción de los activos
Raúl Poza Martín
La mutación del coronavirus registrada en el Reino Unido, activa desde septiembre, encendió las alarmas en todos los activos y las pérdidas volvieron a tomar el mando.
El optimismo de los inversores en el conocido como ‘rally de Navidad’ se fulmina y con las caídas ... registradas comienzan a aparecer las voces que ponen en tela de juicio las ganancias logradas desde que el 9 de noviembre Pfizer anunciase la eficacia de su vacuna. A este remedio se unieron el de Moderna o Astrazeneca y las grandes potencias económicas cerraron los planes de vacunación, algunos ya en marcha.
El optimismo y calma reinante en el mercado desde ese momento, con el Ibex–35 registrando una subida del 20% en algo más de un mes, se rompió a causa de las dudas que despierta la nueva cepa británica y la rápida reacción del resto de países del Viejo Continente . Más de 20 naciones bloquearon las comunicaciones con Gran Bretaña y el miedo se apoderó de los inversores por hechos como que la mutación provoca una cepa más contagiosa, concretamente un 70% más que la inicial siendo la causante de los actuales picos que registra el país.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) evalúa ahora si puede causar nuevas variantes más graves o puede evadir la acción de los anticuerpos generados por las vacunas.
El hecho de que esté presente desde septiembre preocupa a la comunidad financiera por la propagación y expansión hacia el resto del globo. Con todo, y según la OMS, la mutación no tendría impacto sobre la efectividad de las vacunas, pero el mercado ya estaba preocupado por los picos de la pandemia que invitan a proclamar la tercera ola del coronavirus sin haberla superado en gran número de países.
Apoyo fiscal como vacuna
Pese a las numerosas incertidumbres que se abren paso para el mercado, los inversores también comienzan a despejar incógnitas favorables a la continuación del buen rendimiento de los activos. El hecho de que el Congreso de los Estados Unidos aprobase un nuevo paquete de estímulos fiscales de 900.000 millones de dólares, unos 750.000 millones de euros, era una de las noticias más esperadas por los inversores para encarar no solo la recta final de año sino también el comienzo de 2021.
El objetivo es regar el sistema de dólares que lleguen a todos los sectores productivos y de población para paliar los efectos económicos de la pandemia justo en el momento en la que entrará en juego la tercera ola y cuando las vacunaciones solo llega a porcentajes casi testimoniales de la población.
Además, los bancos centrales han renovado su apoyo a las economías. El Banco Central Europeo extendió en seis meses su programa de compra masiva de deuda, mismo plazo de ampliación que el Banco de Japón mantendrá su asistencia financiera. Por su parte, el Banco de Inglaterra mantiene su programa de alivio y la Reserva Federal, aunque no anunció cambios por considerar que los apoyos fiscales son actualmente el mecanismo más beneficioso para la economía, insiste en su discurso de intervenir con ayudas en cuanto sea necesario como ha hecho hasta la fecha.
Volatilidad y beneficios
La noticia ha caído en el mercado en el peor momento posible, el fin de año. Los últimos días del curso en los parqués se caracterizan por unos bajos volúmenes de negociación y una posible volatilidad de cierre final de carteras y configuración de las mismas para 2021. Una simbiosis que provoca que cualquier noticia pueda ser sobredimensionada por los activos y estos no ofrezcan una radiografía fidedigna de lo sucedido. «Hay que tomarse la volatilidad como el hecho que sucede dentro del escenario que aún nos queda por delante hasta lograr superar el virus», señala el director de inversiones de Gesconsult, David Ardura.
Es decir, si ya de por sí la recta final del año posee una serie de cualidades únicas que pueden ser distorsionadas por cualquier información, la tensión se dispara en el año más complejo que se recuerda para los mercados.
Los expertos coinciden en el análisis y el director de inversiones de Atl Capital, Ignacio Cantos, no duda en asegurar que hay «mucha exageración», aunque también reconoce que puede convertirse en un «paso atrás» de los avances registrados.
El rally del que disfrutaba la renta variable también invita ahora a los inversores a recoger beneficios por lo imponente de las subidas y es que, en opinión de Cantos, «ni los ascensos provocados por los anuncios de efectividad de las vacunas fueron del todo lógicos, pues se sabía que llegarían, ni ahora deberían ser para tanto las caídas, pues se sabía de las posibles piedras en el camino hasta la inmunidad». Por ello, este experto no descarta que los activos «se recuperen con más fuerza de lo que ha caído desde el anuncio de la nueva cepa».
Resistir el temporal
De este modo, los expertos consultados insisten en que no hay que encender las alarmas, dados los condicionantes mencionados, y se deben mantener las ideas firmes.
«La cuestión es pasajera. Toca aguantar y mantener la apuesta», declara el director de análisis de GVC Gaesco Valores, Victor Peiro. En esta gestora insisten en la misma estrategia programada para 2021 con un 50% de la cartera en modo defensivo y el otro 50% expuesta a los cíclicos. Para Peiro, lo «importante» ahora, que también lo era antes, es poseer caja «y más cuando el mercado exagera la información. Con caja puedes incrementar apuestas en aquellas compañías en las que se estima un buen comportamiento futuro aprovechando las últimas caídas», expone.
Misma línea de pensamiento poseen en Gesconsult y Ardura considera que «no es momento» de cambiar de estrategia por otros hechos como que el apoyo de los bancos centrales y los estímulos fiscales están «completamente vigentes». Así, «en estos momentos, y como sucedió durante el primer impacto del coronavirus, se abren oportunidades en valores que querías estar y por precio no entraste», añade Ardura.
Como los expertos consideran que mantener la estrategia marcada para las carteras es la mejor respuesta ante la volatilidad desatada , los gestores no consideran necesario hacer una selección concreta de las compañías en las que entrar o salir.
Pero bajando a mirar valores, Cantos considera que hay que aprovechar la situación «y mirar a las ‘utilities’ si se vuelven a abaratar, aunque están caras, o atender al nuevo ciclo con valores dispuestos a ello como Ence o Acerinox. Tampoco dejar de lado los descuentos en sectores seguros como el plus que ofrece en estos momento la construcción dado el castigo excesivo que ha recibido desdes que se desataron las ventas con la explosión del coronavirus en marzo».
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