Indra, el primer experimento: al asalto de las empresas españolas de primera con políticos de quinta
Indra está siendo solo el experimento gubernamental de hasta dónde están dispuestos a llegar por controlar el tejido empresarial. Quien más quien menos está preparando ya su futuro, saben a ciencia cierta que el sanchismo no da par más. Pero, sorpresas pocas. ¿O ya nadie se acuerda de las fanfarronerías del exjefe de Gabinete? «Colocaremos afines en cuantas más empresas del Ibex, mejor». Pues eso
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Iniciar sesiónIndra está siendo, en principio, solo el experimento gubernamental de hasta dónde están dispuestos a llegar por controlar el tejido empresarial. Y es que les da igual ocho que ochenta. Marc Murtra –ya saben, el socialista del ala catalana enchufado por el propio ... Pedro Sánchez al frente de la compañía– sabe de Defensa y Tecnología lo mismo que Juan Manuel Serrano de Correos: para muchos, me temo, que saben de coger la nómina a final de mes y punto. Y si puede ser antes, mejor. Así le va a Indra y así le va a Correos. A todo esto, ¡pues estarán dando palmas con las orejas en Telefónica, porque si hubiese llegado a hacerse realidad ese pensamiento absurdo del presidente Sánchez y cía de haber premiado a Serrano con sentarse en el consejo de la primera operadora española en el mundo, a estas alturas ya no existiría! o casi. En fin...
Así, decía, quien más y quien menos, está preparando su futuro allende los mares, porque saben a ciencia cierta que el sanchismo no da para más. Tienen prisa por hacer la maleta y cerrar el trinque –sí, sí, pudiera ser sin problemas el sustantivo adecuado si atendemos a lo que afirman fuentes cercanas al propio mundo socialista de otras épocas– cuanto antes, para que cuando suba el agua del malestar social entre pensionistas, funcionarios y demás colectivos de ciudadanos españoles, ellos estén plácidamente en una poltrona en Brasil, Colombia o Venezuela . Y con los dineros en otro continente, ¡claro!, por si las moscas, que es lo que tiene, digamos, el Grupo de Puebla y su cosmopolitismo crematístico. ¿Verdad señores amiguitos de ZP?
En cualquier caso, nadie puede decir que el intrusismo empresarial de este Gobierno –como lo fueron otros, sí, que cualquier variedad cromática en el Parlamento español lo ha hecho igual, en mayor o menor medida, no lo olviden– le pilla por sorpresa a estas alturas. El antaño delfín del presidente, su exjefe de Gabinete Iván Redondo (al que ha tenido que echar por cierto, para darnos cuenta de que todo el contenido que salía de su maquinaria propagandística era idea del propio presidente resiliente) iba presumiendo desde el minuto uno tras su nombramiento, y en sus múltiples contactos con los medios de comunicación, de las intenciones del Gobierno socialcomunista –más social, que comunista– por colocar afines en cuántas más empresas del Ibex 35 mejor, por lo que andaban a la búsqueda sin descanso de los perfiles más adecuados para el desembarco. ¡’Adecuados’ decía el gran Redondo! Más bien políticos de quinta, en su mayoría, por no decir en su totalidad, para empresas de primera. Tal cual. Y ahí están al frente de muchas, ya sean públicas, semipúblicas o privadas, o sentaditos en sus consejos. ¡Qué más da! todas les valen. Eso sí, las que cuelgan de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales del Estado, al completo. Incluso la Sepi misma. Aena, Enagas, Enresa, Hispasat, Hunosa, Navantia, Paradores, Red Eléctrica, Renfe, RTVE, SAES, Sainsel, Loterías y Apuestas del Estado ... alguna me dejo, fijo... más luego también la Sareb –el ‘banco malo’ que se creó para absorber los activos tóxicos de la banca–, o la propia Caixabank, donde incrustaron a una consejera independiente –dominical, vaya, más correcto–, Teresa Santero, con un pasado claramente marcado por los designios en cargos públicos desde el ala socialista.
Lo dicho, ¡un no parar desde la llegada de Sánchez y los suyos al poder hasta hoy mismo como quien dice! El pasado jueves, en concreto. Con lo que ya les comentaba en el arranque de estas líneas: Indra está siendo el ejemplo. Pues, ¡a ver si lo siguen! al menos colocando profesionales entre tanto político como han hecho en la tecnológica. Con Luis Abril sustituyendo a la rebelde con causa de la empresa –por no acercarse ni por asomo a ser de la cuerda de los socialistas– la ya exCEO del área de Tecnología (Mindsait), Cristina Ruiz, lo que permitirá en breve al propio Murtra acercarse a los poderes ejecutivos por la vía de los hechos, mientras el otro CEO, Ignacio Mataix , al frente del área de Defensa y Transporte de la compañía estratégica, se mantiene, de momento. La clave, en la junta de accionistas de junio.Eso sí, comentaba, Murtra, para mostrarle seguridad al mercado, estará parapetado desde esta misma semana tras un profesional de la casa –Abril, decía– , hasta ahora director general de negocios, que pasa a ser consejero ejecutivo y con la responsabilidad de mantener las constantes vitales de una compañía que es claramente ya zona conquistada para La Moncloa. Todos políticos menos un profesional para que lleve el negocio. Claro, ellos no tienen ni idea. Y está el país cono para jugar con una empresa estratégica. En Indra el partido va 10-1. Diez fatuos y un profesional. ¡Viva la metáfora de la España de Sánchez!
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