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Lagarde reconoce que «las mutaciones pueden recrudecer» la situación económica

El BCE podría no usar al completo los 1,85 billones de compras de emergencia

La presidenta del BCE, Christine Lagarde REUTERS
Rosalía Sánchez

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«El proceso de vacunación progresa «muy gradualmente» y «las mutaciones pueden recrudecer la situación», ha descrito Christine Lagarde la situación a fecha de hoy. Suena a que la lucha contra la pandemia marcha algo más lenta de lo esperado, pero la presidenta del BCE tranquiliza acerca de «las herramientas que todavía tenemos en la cesta», que insiste en aplicar de forma «holística», y justifica la ausencia de nuevas medidas por ahora en el «esperar y ver» en el que ha entrado el BCE, que puede durar todavía meses. El consejo del emisor europeo ha decidido mantener el volumen de compras de deuda y los tipos de interés . Deja inalterado el tipo de interés de las operaciones principales de financiación en el 0%, nivel en el que se encuentra desde marzo de 2016. También mantiene en el 0,25% la facilidad marginal de crédito, el tipo de interés que cobra a los bancos por los préstamos a un día, y en el -0,50 % la facilidad de depósito, el tipo de interés con el que tradicionalmente remuneraba los depósitos a un día pero que desde junio de 2014 están en negativo, por lo que ahora los penaliza para impulsar el crédito. Lagarde asegura que «las condiciones de financiación son apropiadas» a la situación. Recuerda la cantidad y la calidad de las medidas tomadas anteriormente, y al decir calidad se refiere a la flexibilidad de las mismas.

El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha planteado recientemente que el BCE debería plantear el control de la curva de tipos como una herramienta más para alcanzar el objetivo de inflación, cercano al 2%. Sugería concretamente que el programa de compra de activos contra la pandemia (PEPP) está rebajando los rendimientos en general pero sin establecer ningún objetivo ni tope concreto, lo que quizá no es del todo eficiente porque, en política monetaria, un compromiso pude tener más poder incluso que los propios actos, como se pudo ver en 2012 con el «whatever it takes» de Mario Draghi. Lagarde ha respondido, sin embargo, «tomamos en cuenta múltiples indicadores para medir la capacidad de financiación de la economía y creemos que las actuales condiciones de financiación son suficientemente favorables gracias a la polifacética y holística política que estamos haciendo». Está convencida de que la inflación puede ser usada para relativizar el impacto de la crisis, en referencia a la deflactación de la deuda.

El BCE mantiene las compras de deuda de emergencia frente a la pandemia en 1,850 billones de euros y el horizonte de las adquisiciones de bonos, al menos, hasta final de marzo de 2022. El Consejo de Gobierno efectuará compras hasta que considere que «la fase de crisis del coronavirus ha terminado», es el mensaje, aunque esta vez queda la puerta más abierta que en reuniones anteriores a no agotar al completo la capacidad de esta herramienta. Las compras de deuda de emergencia «se realizarán para mantener unas condiciones de financiación favorables durante el período de la pandemia» , dice Lagarde, que también insiste en que el BCE va a reinvertir el principal de los bonos adquiridos que vayan venciendo, al menos, hasta el final de 2023. Queda claro, por lo tanto, que el BCE está dispuesto a comprar más deuda, si es necesario, para garantizar que los tipos de interés sigan bajos en todos los países del euro, pero también a no utilizar la dotación íntegramente «si las condiciones de financiación favorables pueden mantenerse» con menos compras de bonos.

También ha mantenido las compras de deuda de un programa anterior de compras de activos en un ritmo mensual de 20.000 millones de euros. Estas compras de bonos proseguirán «durante el tiempo que sea necesario para reforzar el impacto acomodaticio de sus tipos de interés» y finalizarán poco antes de que el BCE comience a subirlos. Lagarde también va a reinvertir el principal de estos bonos que vayan venciendo durante un período prolongado tras la fecha en la que comience a subir los tipos de interés.

Finalmente, y como no podía ser de otra manera, Lagarde ha llamado la atención sobre la necesidad de políticas fiscales, tanto nacionales como a escala europea, para reducir el impacto de la pandemia en la economía. «Recomendamos hacer todo lo que sea posible», ha dicho, «las políticas fiscales tienen que seguir soportando las economías». Ha mencionado «soporte fiscal adicional» y «garantías», la combinación del Fondo de Recuperación con otras medidas «significativas». «A nivel nacional y regional, en los 27 países, no tenemos solo una autoridad como en EE.UU., lo que sería mucho más efectivo», ha dejado caer.

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