Maduro quita tres ceros al bolívar para ocultar la hiperinflación

Esta es la segunda reconversión monetaria en diez años realizada para ocultar la inflación. En la primera, el fallecido Hugo Chávez eliminó tres ceros de la moneda –que pasó a llamarse el «bolívar fuerte» – para disimular una inflación de más del 35% en ese momento. Nicolás Maduro ha preferido llamar a la nueva moneda «el bolívar soberano» .

La mayoría de los economistas venezolanos sostiene que la reconversión monetaria no tiene sentido y «solo busca ocultar una escalada inflacionaria de más del 80% al mes». A ese ritmo, dentro de poco habrá que quitar otros tres ceros al «bolívar soberano». El exdirector del Banco Central de Venezuela y diputado opositor José Guerra considera, además, que dos meses es muy poco tiempo para poner en marcha la nueva moneda . «Lo que refleja es la hiperinflación que estamos viviendo en el país, pero no es una devaluación. Lo que sí es cierto es que el dólar innombrable seguirá subiendo», agregó.

Guerra teme un «caos monetario» a partir del 4 de junio como el que Venezuela sufrió en diciembre de 2016 con el billete de 100 bolívares, en el que el país se quede «sin billetes nuevos y sin billetes viejos». El economista explicó que en 2007 la reconversión monetaria llevó 10 meses, cuando ahora «pretenden aplicar esta medida de nuevo en apenas dos meses. Ninguna reconversión tiene éxito sin unas medidas económicas que logren parar la hiperinflación».

El diputado advirtió de que «el billete de 100.000 bolívares equivale a 7 centavos de dólar y ahora en dos meses no tendrá ningún valor. Si no corregimos en un año la inflación, en apenas tres meses el nuevo cono monetario ya no servirá». También alertó sobre el despilfarro que supone esta reconversión : un billete impreso en la Casa de la Moneda, en Maracay, «cuesta entre 7 y 8 centavos de dólar. Ahora el Banco Central de Venezuela se gastará casi 80 millones de dólares» . En 2007 había papel y tinta y el Banco Central tenía crédito, pero en 2018 «no hay papel ni tinta (…) Estaremos frente a un despilfarro económico que podría usarse para medicinas y alimentos».