Madrid, la sexta ciudad más talentosa del mundo

Son algunas de las conclusiones del cuarto Índice de Competitividad por el Talento Global (GTCI), elaborado por Adecco junto a la escuela de negocios Insead y el Human Capital Leadership Institute. El ranking, presentado por la compañía especializada en recursos humanos este lunes en Davos (Suiza), sitúa a Suiza, Singapur y Reino Unido a la cabeza de la gestión del talento. España, con una puntuación de 53,90 puntos , avanza una posición respecto al año pasado y termina en el puesto número 35 de 118. Por detrás de países como Lituania, Eslovenia o Chipre.

Los puntos fuertes del país se encuentran en la clasificación que clasifica las ciudades más talentosas del mundo, una novedad introducida en el GTCI de este año. Dada la complejidad de los datos utilizados y las dificultades de acceso a ellos, este primer índice cuenta con 46 ciudades.

Madrid ocupa el sexto puesto de esta lista, mientras que Barcelona (puesto 18), Bilbao (20) y Zaragoza (30) también tienen un papel destacado. Ningún otro país logra tener tantas ciudades en este particular ranking.

Cada urbe española tiene una virtud que ofrecer. Madrid destaca por el importante crecimiento que está registrando en el desarrollo del talento, mientras que Barcelona y Bilbao se sitúan entre las diez ciudades que mejor lo retienen. La ciudad vasca logra incluso ocupar la segunda posición de este subapartado.

Copenhague, Zurich y Helsinki encabezan por su parte el ránking en términos generales. Estos resultados muestran, según Adecco, "que el alto coste de vida está más que compensado por la conectividad y la infraestructura informativa y física, las estrechas relaciones internacionales y los altos indicadores de calidad de vida de estas ciudades".

Las pequeñas metrópolis (por debajo de 400.000 habitantes) son las otras triunfadoras. De hecho, Madrid y París son las dos únicas ciudades europeas con más de dos millones de habitantes que están presentes en las diez primeras posiciones. La compañía de recursos humanos subraya que "la combinación de creación de marcas, diferenciación y agilidad puede impulsar la competitividad del talento potencial de las ciudades más pequeñas" por encima de las grandes urbes.

La lucidez del talento de las ciudades españolas se diluye cuando se analizan las cifras por países completos. España se encuentra en la parte media de la clasificación europea (el 43% de los países del Viejo Continente cuenta con una puntuación menor) y en la parte baja del índice de países de renta elevada (solo el 28% está situado por detrás).

¿A qué se debe esta posición? Según Adecco, España -que ha mejorado un puesto respecto a su clasificación el año pasado- todavía se encuentra a la cola de Europa en aspectos como la fiscalidad (puesto 103) o la facilidad para contratar. La compañía de recursos humanos recomienda en su informe imitar la regulación de Suiza o Dinamarca y la atracción del talento de Irlanda o Reino Unido.

El estudio cuestiona además la posición de las mujeres en el mercado laboral español , la capacidad para atraer talento del exterior o el desarrollo de empleados. Como puntos positivos, destaca la gran densidad de médicos o la "tolerancia" a los trabajadores inmigrantes.

El CTCI no se detiene en la situación actual del talento global, sino que analiza la influencia que puede tener en este la revolución tecnológica. Según sostuvo el consejero delegado de Adecco, Alain Dehaze, durante la presentación del índice, mejoras como la automatización o la inteligencia artificial suponen "el cambio más perturbador de nuestro tiempo" y provocarán "urgentes reformas en el sistema educativo" para afrontar "una transición complicada".

También en este aspecto el mercado laboral español cuenta con luces y sombras . Adecco destaca, entre las prácticas relacionadas con la tecnología, la implantación del teletrabajo. Sin embargo, cuestiona aspectos como el manejo de las redes sociales, el espíritu emprendedor español en este ámbito y la delegación de autoridad por parte de los españoles. Según el informe, existe poca colaboración en el ámbito tecnológico en las empresas, tanto a nivel interno como externo.

Desde un punto de vista regulatorio, la compañía considera que existe un déficit en las políticas españolas de empleo y protección en el ámbito tecnológico. Y estas, para la compañía de recursos humanos, "requieren más atención" incluso que el desarrollo de las competencias tecnológicas antes mencionadas.