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Los juegos de quedarse en casa

Empresas y gobierno británico fomentan el teletrabajo para evitar el colapso de las infraestructuras de transporte durante los JJ.OO. de Londres

borja bergareche

Cada Olimpiada vive inevitablemente a la sombra de las anteriores, y Londres 2012 encuentra cada vez más dificultades en establecer sus referencias. Las autoridades se esfuerzan por evitar la etiqueta de «los Juegos de la austeridad», una comparación obligada ante la alargada y suntuosa sombra ... de Pekín 2008. El director de cine británico Danny Boyle dispondrá «solo» de 32 millones de euros para la ceremonia inaugural —y eso después de que el Gobierno doblara hasta los casi cien millones la partida para las ceremonias—, frente a los 70 millones que China puso en manos del también cineasta Zhang Yimou para aquel delirio masivo de tambores y pirotecnia. Boyle intenta disfrazar la humildad impuesta por la crisis aferrándose al antecedente de los juegos de Sydney 2000, «unos maravillosos juegos del pueblo». Pero, cada vez más, es el fantasma de Atlanta 96 el que va apoderándose de los titulares.

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