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Ajuste de cuentas

Siempre a la última

Cuando el futuro no está escrito, el gran riesgo del intervencionismo político es hacer el rídículo

Pedro Sánchez, Joaquín Almunia, Rodríguez Zapatero y Felipe González en el Congreso del PSOE en Valencia durante el último fin de semana Mikel Ponce
John Müller

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La ponencia del 40º congreso del PSOE dedica 324 párrafos al intervencionismo en la economía. En realidad, le dedica 323, ya que tiene dos párrafos (los números 210 y 211) que están repetidos y nadie se ha dado cuenta porque, como todo el mundo ... sabe, nadie revisa las ponencias. En el exordio plantea que «este nuevo proyecto socialista» se basa en «una reformulación de lo que significa la justicia social, una reafirmación de los valores del socialismo añadiendo nuevos valores, y un cambio en el modo de entender la política y el reformismo». Lo primero es un énfasis en la pre-distribución (las condiciones sociales que gravitan sobre la igualdad de oportunidades) más que en la re-distribución. Lo segundo es la incorporación de la ecología y el feminismo a su ideario, cosa que, en realidad, ya ocurrió por el mestizaje que estos movimientos -situados siempre a su izquierda- habían realizado en las últimas décadas. Lo tercero es una impugnación de las alianzas con la centroderecha y la presunción de que ha sido ésta la que con sus consejos empresariales y otras prebendas los ha convertido en muchos casos en ‘izquierda caviar’ y en falsos reformistas.

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