Si tiene habilidades no cognitivas cobrará más
La retribución de aptitudes como el liderazgo, la tolerancia al estrés o el trabajo en equipo es sistemáticamente más alta quela comprensión lectora, el razonamiento inductivo o la comprensión técnica
Las habilidades no cognitivas o socioemocionales, como la capacidad de liderar un grupo o de trabajar en equipo, son cada vez más atractivas para las empresas pese a que el sistema educativo y de formación laboral está centrado en desarrollar las habilidades cognitivas tradicionales y ... el grueso de la población sigue estando convencido de que lo importante continúa siendo el currículum de toda la vida.
Una serie de estudios desarrollados en EE.UU. durante las dos primeras décadas de este siglo ya confirmó que la demanda de destrezas cognitivas relacionadas con el procesamiento de información (como el razonamiento, la memoria o la capacidad para el pensamiento abstracto o analógico) ha descendido, mientras que la de habilidades sociales o no cognitivas ha crecido. Un trabajo de David J. Deming en 2017, está entre los primeros que llamó la atención sobre este asunto. Deming halló que los empleos que requieren altos niveles de interacción social crecieron casi 12 puntos porcentuales en la totalidad de la fuerza laboral de EE.UU. entre 1980 y 2012. En cambio, los trabajos intensivos en conocimientos matemáticos, incluidas muchas ocupaciones STEM (siglas en inglés de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), se redujeron en 3,3 puntos porcentuales en el mismo período.
Un estudio publicado este año, ‘The Rising Return to Noncognitive Skill’, firmado por cuatro economistas ligados a la Universidad de Uppsala y basado en los datos de reclutamiento militar de Suecia combinados con los historiales de salarios y empleos, ha confirmado este hecho. Las habilidades cognitivas que se midieron fueron el razonamiento inductivo, la comprensión verbal, la habilidad espacial y la comprensión técnica. Las no cognitivas fueron la madurez social, la energía psicológica (concentración y perseverancia), la iniciativa individual (activación sin presión externa) y la tolerancia al estrés.
Algunos expertos sostienen que la pérdida de atractivo de las habilidades cognitivas para las empresas se debe a una abundancia de las mismas causada por la maduración de la era de la tecnología de la información y a la generalización del acceso a la formación universitaria. Otros argumentan que las tareas cognitivas están siendo reemplazadas eficazmente por los ordenadores y un tercer grupo considera que los cambios tecnológicos que permiten subcontratar con creciente facilidad estas capacidades fuera de las empresas están permitiendo una importante reducción de los costes.
Sin embargo, las habilidades no cognitivas como el liderazgo o la resiliencia todavía no pueden ser sustituidas por la tecnología actual. Tampoco es fácil subcontratarlas. Así que las habilidades no cognitivas se han convertido en el auténtico factor diferencial del trabajo humano respecto del que pueden hacer los robots o los ordenadores.
Las habilidades no cognitivas o sociales no pueden ser reemplazadas fácilmente por un ordenador
Los investigadores suecos han conseguido establecer cuatro hechos importantes. Primero, hay un incremento secular de las remuneraciones de las habilidades no cognitivas. Desde 1992 hasta 2013, la retribución de estas cualidades en el sector privado prácticamente se ha duplicado, pasando de un 7% a un 14%. Segundo, las remuneraciones de las habilidades cognitivas tradicionales han cambiado mucho menos. De hecho, han descendido desde el año 2000 en adelante. Tercero, la retribución de las habilidades no cognitivas es mayor que la de las cognitivas entre los hombres con un nivel educativo similar y, nuevamente, la proporción es casi el doble. Por último, cuarto hallazgo, el incremento salarial para quienes poseen habilidades no cognitivas es sustancialmente mayor en la parte más alta de la distribución salarial, es decir, entre los sueldos más altos.
Los dos primeros descubrimientos son consistentes con hallazgos anteriores realizados en EE.UU. Cerca de la mitad del aumento de las remuneraciones por habilidades no cognitivas tiene que ver con el tipo de ocupación más que con el tipo de empresa o de sector económico. En relación con las ocupaciones, el estudio ha descubierto una correlación positiva entre la remuneración relativa de las habilidades no cognitivas y la intensidad de su uso. Este es un indicador de que el impulso alcista de los sueldos procede fundamentalmente del lado de la demanda (las empresas que requieren dichos servicios).
Ambos tipos de habilidades están correlacionados con el éxito en los estudios universitarios pero la asociación con la habilidad cognitiva es mucho más fuerte que con la no cognitiva. Esto es lógico, porque el sistema universitario está diseñado en la mayoría de los países para mejorar y ampliar las habilidades cognitivas. Por esta razón, varios países, especialmente del Sudeste asiático (Singapur, Indonesia o Corea del Sur) ya están modificando sus currículums académicos enfocándolos hacia lo que llaman ‘educación del carácter’ o ‘formación integral’ que buscan desarrollar antes que reprimir cualidades como el liderazgo o la resiliencia. Como sucede con las habilidades tradicionales, el desarrollo a muy temprana edad implica rendimientos crecientes.