Crisis del euro II
Doce años después, los mismos países que vivieron la primer crisis no han hecho sino crear vulnerabilidad
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónLa segunda crisis del euro ya comenzó. El regreso de las tensiones en las primas de riesgo de la deuda soberana de los países del sur es un aviso. Doce años después, volvemos a las andadas. Culpen a Putin , a la pandemia o ... a quien deseen, los auténticos responsables somos únicamente nosotros que hemos creado vulnerabilidades. La situación subyacente de los Estados es mucho peor que en 2010. Entonces, nuestra deuda pública según el protocolo de déficit excesivo era del 54,9% del PIB (marzo de 2010) y ahora es del 117,7% (marzo de 2022) . Cuando Sánchez ganó la moción de censura era del 101,7% (junio de 2018).
Esa deuda está ahí porque triunfó la tesis de que a España no se le podía exigir que adelgazara sus déficits radicalmente. Tras el despilfarro de Zapatero , de los sacrificios desaprovechados de Rajoy y de la llegada, en 2018, de un presidente que está convencido de que basta su presencia para que las crisis se resuelvan de manera diferente, hemos gastado todo eso de más. Sánchez ha llegado a contratar juglares que cantaron alabanzas a su estilo diferente de gestionar las crisis sin tener en cuenta que la pandemia era muy distinta a la crisis financiera.
En 2015 se publicó ‘Leones contra dioses’ (Ed. Península), donde ya advertía que los políticos habían derrotado a la prima de riesgo y que se había perdido la oportunidad de modernizar el país. Ahora, los fondos europeos, con los que Sánchez confiaba cambiar el modelo económico, se están demostrando insuficientes, no por su cuantía, sino por la incapacidad de la Administración de convertirlos en elementos tractores del cambio.
El Banco Central Europeo (BCE) está en una encrucijada. Aquellos de sus dirigentes que creían que la inflación era transitoria se han rendido a la evidencia de que no es así y ahora piensan que pueden pilotar un aterrizaje suave. Otros no creyeron nunca en la transitoriedad y han asumido que el aterrizaje será forzoso. Nouriel Roubini , el famoso ‘doctor castátrofe’, piensa que los banqueros centrales empezarán a cruzar el río terminando la expansión cuantitativa y subiendo tipos , pero cuando vean el desastre que esto va a producir en los mercados y en la economía, se asustarán y querrán cambiar de caballo en medio del río.
Mas no sólo la situación económica es diferente. El BCE de hoy tampoco es el mismo que el de 2010. Hay un montón de conocimiento acumulado y nuevas instituciones que permiten ser optimistas. Pero el mayor hándicap del organismo es que ni su presidenta Christine Lagarde , ni su vicepresidente, Luis de Guindos, son banqueros centrales. En realidad, son políticos. Eso les ha hecho extraordinariamente sensibles a la necesidad de salvaguardar los principios de la construcción europea, pero también a mostrarse heterodoxos. Por último, hay un factor que complicará todo: Alemania , la locomotora europea jaqueada por Putin, el referente de las primas, ya no es un activo libre de riesgo. jmuller@abc.es
Noticias relacionadas
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete