Los que invierten en bitcoins nos rodean

El bitcoin es la principal, aunque no la única, de las casi 1400 criptomonedas existentes. La siguiente en importancia es el ethereum. Se trata de instrumentos fuera del control de cualquier autoridad monetaria (y esa es una ventaja indudable). Se apoyan en la tecnología blockchain que, prescindiendo de intermediarios, opera como un gran libro de cuentas virtual, con una base de datos distribuida y compartida por todos los participantes, lo que favorece la seguridad. Cara al futuro no sabemos en qué acabarán las criptomonedas, pero la blockchain , la tecnología de base, sí que parece tener un futuro ciertamente brillante. Y no sólo para temas financieros.

Desde luego, las criptodivisas no son monedas. Porque la teoría económica exige tres características para ello: que sirvan como unidad de cuenta, como depósito de valor y como medio de pago. Y el bitcoin no cumple ninguna de las tres. Por la volatilidad extrema en su cotización, por la falta de respaldo legal que muestra, por la incertidumbre que le rodea, etc... En realidad, el uso de las criptomonedas como medio de pago es escaso y casi se limita a la economía sumergida y países con problemas monetarios.

Pero, si no es una divisa ¿qué es realmente el bitcoin? En algunos mercados en que cotiza como derivado está considerado como una materia prima. Aunque parece bastante más lógico decir que se trata de un activo financiero. Pero, eso sí, con un riesgo monumental al no generar ningún ingreso ni estar respaldado por nada, salvo exclusivamente por la confianza en un mayor precio de mercado futuro. El valor objetivo del bitcoin es incierto. Hay quien lo ha evaluado a partir de su coste de producción (el consumo de electricidad es enorme), o de su uso para pagos, etc… obteniendo un valor mucho menor que su cotización. Pero muchos le atribuyen un valor cero.

El bitcoin ha tenido un alza de precio espectacular y una volatilidad extrema. Una burbuja no se identifica plenamente hasta que estalla. Pero basta recordar que, tras una subida brutal (sólo en 2017 casi el 1300%), desde el 17-12 cuando casi alcanzó los 20.000 dólares, ha tenido algo parecido a un crash, llegando a perder el 50% en un mes. Es imposible predecir si subirá otra vez mucho o se hundirá.

Los reguladores han empezado a hacer movimientos y se habla de establecer una regulación sobre las criptomonedas. Preocupan especialmente las ICOs (Initial Coin Offering, fórmulas de financiación para start-ups basadas en la tecnología blockchain), que se consideran altamente especulativas. En realidad, hay temores sobre la capacidad de estas supuestas divisas para sobrevivir a crecientes restricciones regulatorias y de ahí las recientes caídas de precio.

Pero, en definitiva, ¿es aconsejable comprar bitcoins? Yo siempre mantengo que para invertir en cualquier activo hay que hacerlo en productos conocidos y cuyas características de riesgo se correspondan con el perfil de cada inversor. Sólo los que entiendan bien las criptodivisas , tengan muy escasa aversión al riesgo y se puedan permitir perder todo lo invertido podrían plantearse si lo hacen. Y teniendo en cuenta que sin regulación hay peligro pero con fuertes restricciones podría quedar afectado el precio. O que la oferta de criptodivisas aumentará, incluso quizás con los gobiernos emitiéndolas.

A los que me dicen que quieren ganar dinero rápido les advierto que esa suele ser la mejor forma de perderlo. Porque, aunque ganasen al principio, es probable que volvieran a arriesgar, y quizás en mayores importes, hasta perder. En realidad, lo que ocurre es que quieren jugar al Casino, pero pretenden hacerlo en los mercados, en lugar de ir a Alcalá 15….