La inversión inmobiliaria alcanzó el récord de 18.989 millones en 2017, un 45% más

Como consecuencia de este cambio de tendencia, el retail se erigió como el segmento más atractivo el año pasado , al atraer inversiones por valor de 3.909 millones de euros, un 31% más que un año antes. Desde JLL destacan que en 2017 se cerraron 35 operaciones en este segmento, como la venta de Berceo y Barnasud, así como de parques comerciales como Terrasa Park y Alameda Park .

Las rentas prime siguen manteniendo su tendencia alcista y se sitúan ya en 270 €/m2/mes en Madrid y en 280 €/m2/mes en Cataluña, mientras que las rentabilidades prime se comprimen tanto en calle como en parques comerciales.

También la inversión hotelera cosechó un año positivo, con un crecimiento del 75%. La inversión en este ámbito alcanzó los 3.875 millones de euros, siendo la operación más importante la compra de 14 activos por parte de Blackstone a cambio de 630 millones de euros. JLL destaca asimismo la compra del Edificio España por 137,2 millones de euros en Madrid, o del Hilton Diagonal Mar en Barcelona por 145 millones.

Respecto al residencial, la inversión se disparó un 160%, hasta los 2.082 millones de euros . La consultora destaca el comportamiento de Cataluña, que esquivó el impacto del procés y creció un 145%, hasta los 444 millones de euros. Borja Ortega, director de Capital Markets de JLL, explica que «el mercado está experimentando actualmente la mayor transferencia de propiedades con los bancos que vende o transfieren préstamos o activos residenciales a fondos de capital riesgo o plataformas de desarrollo».

El logístico (+65%, hasta los 1.353 millones) y activos alternativos como las residencias de estudiantes (561 millones, diez veces más que la inversión de 2016), mostraron de igual forma tasas positivas.

Por contra, las oficinas experimentaron una caída del 20%, hasta los 2.210 millones de euros. Esta caída viene motivada especialmente por los datos de Madrid , pues la inversión en la capital cayó un 38% respecto al año anterior –1.374 millones–, mientras que en Barcelona el volumen de inversión se situó en 835 millones. «Esta caída no se debe a un descenso del interés inversor, sino más bien a una falta de producto y a que en los dos años anteriores se alcanzaron cifras récord», aclara Ortega.